Lucas Gil Russo, un técnico de básquet con roce internacional

Como tantos otros en la provincia, el país y el mundo, Lucas Gil Russo (37) es una persona apasionada por el básquetbol. Su corazón late con cada pique que da la "naranja". Es de Villa Mercedes y se forjó en el Club Alberdi como jugador. En la institución "Azurra" dio sus primeros pasos como ayudante y luego como entrenador. Ahí se animó y fue por más. Le tomó el gustito a dirigir y hoy es un técnico certificado Nivel 3 ENEBA y FIBA que desempeña la función en Ecuador, una de las regiones más castigadas de Sudamérica por el coronavirus.

A lo largo de su carrera, Lucas cosechó varios logros. Como DT tiene experiencia en las categorías formativas y de mayores. Se destacó en Alberdi y, más tarde, en el Club Atlético Lambert de Monte Maíz, Córdoba. Sin embargo, el gran salto fue en 2017. Aceptó la propuesta y empezó a incursionar en el básquetbol ecuatoriano, comandando el Club Piratas de los Lagos FDI en Imbarurá, con el que alcanzó la final y fue subcampeón de la Liga Nacional. Ese año también fue asistente colaborador en el Preseleccionado Nacional de Mayores Masculino.

"Me hicieron una propuesta interesante y decidí venirme. Acá el nivel del básquet es diferente al que estamos acostumbrados en Argentina. Tiene otro ritmo, pero igual es muy atractivo. Está en crecimiento", contó Lucas.

En 2018 el coach sanluiseño cambió de aire. Armó el bolso y se mudó a la provincia de Tungurahua, donde en la ciudad de Ambato tomó las riendas del Club Ambato Soldiers. También incursionó en el baloncesto femenino, consiguiendo el pasado año con el Club LUMS el tercer puesto en la Liga Sudamericana.

"Estamos bien, en familia, cumpliendo la cuarentena. Trabajo desde casa y los chicos no tienen clases", Lucas Gil Russo.

 

Luego de tres temporadas de crecimiento en el exterior, el presente lo tiene totalmente parado. El flagelo del coronavirus azota al mundo y Ecuador no es la excepción. Se encuentra en cuarentena en un país con más de once mil casos positivos confirmados (560 muertes), luchando para contener el virus.

"Las imágenes que se ven en televisión son de Guayaquil y otras zonas más pobladas. En Ambato hay menor cantidad de casos, pero se están multiplicando. Si antes había veinte, ahora hay cuarenta", señaló Lucas, quien agregó: "Acá hay toque de queda desde las 14 hasta las 5 del día siguiente. A eso hay que sumarle que los autos circulan una vez por semana, de acuerdo a la patente. A mí me toca los lunes y ahí aprovecho para ir al supermercado y hacer las compras".

En Ambato el DT mercedino está con su señora Virginia y sus tres hijos: Paula, Andrés y Delfina. Cumplen las normas de aislamiento al pie de la letra. No salen de la casa. Y Lucas trabaja en forma online (en la Fundación Cultural y Deportiva Ambato), siempre con una dosis alta de preocupación, pensando en lo que sucede en Argentina.

"Me preocupa mucho mi familia  —mi mamá y mi papá—; él tiene que salir a trabajar y es una persona mayor", concluyó Gil Russo, quien espera con ansiedad el regreso del básquet y sigue considerando hoy por hoy a Ecuador como su segundo hogar.