Vivir el “aquí y ahora”, la clave para preparar la poscuarentena

Hay múltiples trabajos sobre salud mental y desarrollo psicosocial en relación al coronavirus. Lo que se espera es que esta situación, única, de estrés, desencadene procesos diferentes de acuerdo a las características de cada persona. Por ser una cuestión estresante traerá un tipo de consecuencia y se esperan mayores trastornos a nivel emocional. Estos ya existen, algunos se relacionan con el estado de ánimo, la ansiedad y la depresión. Las personas que tienen una vulnerabilidad o sensibilidad especial vinculada a la ansiedad, por ejemplo, exacerban sus síntomas”, explicó la directora del Laboratorio de Investigaciones de Ciencias del Comportamiento de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) y presidenta de la Fundación UNSL, Anna Rovella.

Según diferentes especialistas de la psicología, los cambios afectan a las personas porque el ser humano “es un ser de hábitos y costumbres”. Las situaciones como el escenario de la cuarentena producen necesidad, ansiedad, deseo, miedo, y un futuro regreso a “la vida común” puede provocar preguntas como ¿qué sucederá en el trabajo cuando vuelva?, ¿qué ocurrirá en la calle?, ¿qué pasará en casa cuando retome las actividades? La clave para atravesar una transición lo menos conflictiva posible es “vivir el aquí y ahora”, aseguran.

“Hay una situación de vulnerabilidad mundial no solo psicológica, sino también social y económica; entonces cómo vivir y transitar este momento es una problemática para la cual nadie estaba preparado. Obviamente, somos seres que nos habituamos”, indicó Rovella.

"San Luis ha hecho bien las cosas. El cambio no es tan grande como en las urbes donde parece que la peligrosidad es mayor", Anna Rovella.

 

“El miedo es una emoción necesaria que tiene que ver con la supervivencia y nos permite adaptarnos, pero cuando esto se sostiene en el tiempo hay una situación de incontrolabilidad y de incertidumbre. Es muy complejo lo que vivimos y ello requirió el desarrollo de habilidades para las que no estábamos adecuados. Algunos tendrán más recursos sociales, psicológicos y económicos para enfrentar el panorama, otros tendrán menos. La salida implicará recursos y el enfrentamiento con el miedo, que puede ser temor a los contagios, por ejemplo, por lo que podría pasar con nuestros hijos, padres y amigos”, agregó.

El doctor en psicología y docente de la UNSL Fabio Salas graficó que hay que tener en cuenta la posibilidad de enfrentar cambios permanentes y el desafío será adaptarse y hacer frente a los nuevos comportamientos.

“Tenemos hábitos que nos permiten la subsistencia y el hecho de vivir en sociedad. Son los que nos permiten organizarnos para nuestra vida cotidiana y las metas que nos proponemos. Si nos modifican esa estructura tenemos que cambiar nuestros comportamientos; por ejemplo, podría haber ciertas restricciones y limitaciones que seguirían presentes por reglamentación del Estado o porque las personas por ciertos miedos las sostengan en el tiempo”, señaló.

El especialista actualmente trabaja en un grupo de ayuda psicológica que dirigen el Ministerio de Salud de la provincia y el Colegio de Psicólogos. Según advirtió en su experiencia reciente, un importante número de personas requirió atención de este centro de emergencia, es decir, fueron atendidas en medio de la pandemia mediante herramientas digitales; pero habrá otro porcentaje que seguirá con la necesidad de algún tipo de contención a futuro y precisará una asistencia prolongada en el tiempo.

Remarcan que las herramientas digitales permitieron continuar la asistencia psicológica.

 

Las dificultades que el escenario de la pandemia podría desencadenar en la provincia, en el presente y en el futuro, no serán las mismas que en otros lugares por las medidas que aplicó el Comité de Crisis, que llevaron a mantener un “estatus sanitario”. Rovella cree que ello se debe a los contextos.

“Creo que San Luis ha hecho muy bien las cosas. La información con la que uno cuenta es que aquí no circula el virus, entonces no es un gran cambio como el de las grandes urbes, donde parece que la peligrosidad es mayor. Quizá eso apacigüe un poco las conductas. Nuestro contexto es particular”, afirmó. 

Tips para la poscuarentena

Salas aseguró que un aspecto clave en lo que podría ser una transición hacia la vida normal tras la cuarentena es la información. Referenció que es importante mantener datos certeros de la realidad que permitan inferir cómo manejarse en la vida cotidiana. “La relación con los demás es algo que uno tiene que aprender a dimensionar y ojalá todos lo podamos hacer y, si es necesario en el futuro, aprender a manejarnos de la mejor manera cuando existan limitaciones”, manifestó.

Rovella añadió que lo fundamental es la aceptación: “Hay que aceptar la realidad. Debemos cuidarnos en lo interno y externo, acatar las normas. Esto tiene que dejarnos alguna enseñanza como humanidad sobre el otro, la solidaridad y el medio ambiente. Tenemos que centrarnos en lo positivo, no tratar de controlar todo, transitar el aquí y ahora, porque cuando uno se adelanta al futuro aparece la ansiedad”.