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Lo enviaron a la Penitenciaría por corrupción de menores

El procesado era vecino de la joven damnificada. La víctima dijo que le hacía propuestas obscenas, le mostró fotos de sus genitales y quiso obligarla a tocarlo.

Por redacción
| 05 de mayo de 2020
De la comisaría a la cárcel. Gutiérrez fue trasladado el lunes de la seccional 41ª al Penal. Foto: Unidad Regional I.

A  medida que pasaba el tiempo, las conductas que su vecino Joaquín Gutiérrez tenía hacia ella se tornaban cada vez más intimidantes. Comenzó con supuestos "elogios" a su rostro y figura, y después estos se convirtieron en comentarios y propuestas obscenas, según se desprende de lo que la adolescente contó en cámara Gesell. Le preguntaba si le gustaría estar con un hombre mayor y se ofrecía a sacarle “fotos copadas desnuda”. La chica se convenció de que pronto tenía que contarle a su mamá lo que pasaba, cuando el hombre le mostró una foto de sus partes íntimas y quiso obligarla a que lo tocara. Tras esa revelación, Gutiérrez fue denunciado y el lunes, con indicios de que fue responsable de los hechos señalados por la menor, la jueza Penal 3, Virginia Palacios, le dictó la prisión preventiva.

 

Gutiérrez fue procesado por corrupción de menores, según informó una fuente del equipo de policías de la Unidad Regional I, que concretó la detención del sospechoso y el lunes lo trasladó al Servicio Penitenciario Provincial.

 

El arresto fue el jueves 23 de abril, en inmediaciones a su casa, en el barrio Mirador del Portezuelo, que es donde tienen domicilio tanto él como la víctima.

 

Según lo que explicó en aquella oportunidad una fuente judicial, el delito por el que ahora fue procesado Gutiérrez refiere a aquellas “conductas de unívoco contenido sexual, idóneas para comprometer y desviar la evolución normal de la personalidad sexual” de una o un menor.

 

Por lo que la joven explicó en 2018, después de que su mamá hizo la denuncia, los acosos por parte de Gutiérrez iniciaron cuando ella tenía 14 años. Entre la familia del procesado y de la menor había un vínculo de confianza, ya que se conocían del barrio.

 

Los hechos investigados ocurrieron cuando la adolescente vivía solo con su mamá. Como el padre de la chica residía en otro domicilio y ella solía viajar por una enfermedad, cuando su hija quedaba sola en la casa, la denunciante solía pedirle a Gutiérrez o a su esposa que fueran a darle una vuelta. Él habría aprovechado esta circunstancia y otras, en su propio domicilio, para perpetrar el delito.

 

En la resolución del lunes, una de las pruebas que mayor importancia tuvo fue el relato de la joven en la cámara Gesell. La psicóloga concluyó que de él se desprendían claros indicadores de vivencia de abuso sexual e indicó que el análisis para determinar la validez del relato dio resultados positivos.

 

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