Voces y letras de todo el mundo

 Si bien tiene obras de poetas colombianos, cubanos, uruguayos, chilenos y de toda Argentina, "Contra molinos de viento" es una publicación puntana. Diecisiete autores de San Luis participan de ella y suma réplicas de las obras visuales de Alejandra Etcheverry, quien también aporta un poema, y el prólogo del villamercedino Darío Oliva, quien oficia, además, como antologador de la obra.

Auspiciado por la Municipalidad de San Luis, el libro ya puede observarse en su versión digital. Por lo pronto, el trabajo circula por WhatsApp, correo electrónico y Facebook, todas plataformas que sostienen las más de 700 páginas llenas de arte y poesía.

Emergente. Verónica Sevilla.

"A la hora de evaluar la inclusión de las poesías en este volumen, se ha tenido en cuenta, sobre todo, el trabajo creativo-intelectivo con las palabras, lo que ha resultado en esta pluralidad de sentidos que encierran sus logrados discursos poéticos", escribió Oliva en el prólogo.

 Reconocida. Viviana Bonfiglioli

Mezclados entre estéticas, edades y nacionalidades diversas, asoma en "Contra molinos de viento" una serie de poetas provinciales que no escapan a la diversidad propuesta por la antología. Hay reconocidos de larga trayectoria (Amelia Arellano, Viviana Bonfiglioli, Julio Cejas, Jorge "Willie" García, Juan Moisés Luna, Luis Carlos Garro, Nora del Carmen Guiñazú, Teresita Morán de Valcheff), nuevas voces que aparecen en la escena como Julieta Calderone —quien ya no vive en la provincia—, Laura Mastellone, Daniela Silvera, Cecilia Sosa y la propia Etcheverry, cuya trayectoria artística es más reconocida como artista plástica.

Narrador y poeta. Juan Despouy.

Entre ellos hay una generación intermedia representada por Ileana Chirinos, Juan Andrés Despouy (más cercano a la narrativa), Verónica Sevilla y Matías Gómez.

 Mujer que escribe. Ileana Chirinos.

Además de reproducir las letras puntanas, la antología hace lo propio con autores de todo el país que fueron mandando sus trabajos ante la convocatoria con la idea de mostrar sus creaciones al mundo.

El quijotesco nombre elegido para el trabajo representa, según el prólogo, "arremeter contra la engañosa realidad que se nos presenta en la cotidianeidad de nuestras vidas, y a la cual combatimos en pos de conquistar nuestros sueños de libertad más genuinos".