UNSL: más de 1.300 estudiantes rinden en las mesas de agosto
Este viernes finalizan los exámenes presenciales. También asisten alumnos que deben realizar sus prácticas.
Los pasillos del centro villamercedino que nuclea a dos facultades de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) volvieron a llenarse de bullicio después de cinco meses. Y es que más de 1.300 estudiantes se anotaron para rendir en las mesas generales de agosto. Las evaluaciones presenciales, que comenzaron la semana pasada, finalizan este viernes.
La Facultad de Ciencias Económicas, Jurídicas y Sociales (FCEJS) registró 966 inscripciones, mientras que en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA) el número llegó a 364. Por lo general, los turnos de exámenes duran solo una semana, sin embargo esta vez tuvieron que extenderlos a dos.
"Para nosotros es muy satisfactorio volver a tener gente en las aulas. Fue un gran desafío, pero todos acataron las medidas", destacó Guillermo Martínez, secretario de Infraestructura, Informática y Servicios Comunes.
El funcionario universitario explicó que para poder recibir a la comunidad estudiantil, el centro local aplicó el mismo protocolo que puso en marcha la UNSL en la capital puntana, solo que con algunas modificaciones. Una de ellas fue que en la ciudad implementaron otro sistema para controlar la trazabilidad. "El equipo que integra nuestro Centro de Cómputos diseñó y produjo un sistema que lee los DNI. Este funciona con una computadora y un lector de códigos de barra", indicó y dijo: "Nos ha permitido evitar que se junte gente. Es muy fácil de usar, solo tienen que pasar su documento cada vez que entran y salen del edificio".
Profesores y personal no docente no comparten el ingreso con los estudiantes. Las entradas están demarcadas con amarillo para respetar el distanciamiento y a cada persona se le toma la temperatura antes de entrar.
"Trabajamos previamente en la constitución de las mesas para seleccionar las aulas con tiempo. En total, usamos unas cuarenta y cinco. Así pudimos disponer cuántas personas podían estar en el mismo lugar", contó.
A su vez describió cómo mantienen la limpieza y la higiene en esos espacios compartidos. "Se ideó un sistema de carteles que van en los picaportes, estos son de un lado verde y del otro rojo. Cada vez que se limpia y se deja en condiciones el aula, debe quedar el lado verde. Y cuando el profesor termina y sale del aula, debe dejar expuesto el rojo para indicar que hay que desinfectar esa zona", detalló.
Las nuevas medidas también se aplicaron a la hora de definir el tipo de exámenes. "En las evaluaciones orales se entrega un sanitizante a cada docente para limpiar marcadores y los lugares que usa cada joven. Mientras que en los escritos se le facilita a cada tribunal examinador una caja con folios y guantes para que, al terminar, cada estudiante coloque el examen en el folio. El docente debe guardarlo en una carpeta por 72 horas antes de corregirlo", agregó.
Martínez comentó que además hay quienes asisten a clases presenciales para cursar materias que quedaron pendientes del cuatrimestre anterior. "Hay algunas prácticas de laboratorio que se están llevando a cabo hasta la semana que viene. Por supuesto que en esos casos tenemos las mismas medidas. No pueden ingresar más de diez personas dependiendo de los metros cuadrados del salón y separamos a los chicos en grupos para que no se junten", dijo.
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