El detenido por una golpiza brutal sería indagado por homicidio

Su situación se complicó. La muerte de Leandro Rafael Aramburu, ocurrida el domingo minutos antes de las 23,  determinará un cambio en la carátula del expediente abierto por la paliza que recibió y, por ende, un nuevo llamado a indagatoria del sospechoso, Sergio David Sánchez, esta vez por un delito más grave.

La jueza Penal 3, Virginia Palacios, indagaría a Sánchez por “Homicidio agravado por la alevosía y el ensañamiento”. El hombre había sido llamado a declarar el sábado 1° de agosto por “Tentativa de homicidio agravado por la alevosía y el ensañamiento”.

Según señaló una fuente de la investigación, la autopsia reveló que Aramburu, de 31 años, recibió varios golpes contundentes en la cabeza, que le ocasionaron más de ocho heridas contusas, hematomas en los ojos, lastimaduras en los labios y múltiples fracturas con hundimiento de cráneo, que significaron el mayor daño en su salud. Estas últimas lesiones fueron las que lo dejaron al borde de la muerte, internado en el Hospital San Luis hasta su fallecimiento.

Según lograron determinar los investigadores en base a testimonios y averiguaciones, Aramburu fue atacado de manera brutal con un caño de hierro. Aparentemente fue agredido mientras dormía en una habitación de una vivienda abandonada y semidestruida, ubicada en 25 de Mayo y avenida Lafinur. Allí pernoctaba la víctima,  quien era de Catamarca y había llegado a San Luis hace poco más de seis meses.

La golpiza ocurrió el jueves 30 cerca del mediodía. Los vecinos y algunos transeúntes señalaron que vieron a una pareja discutir en la vereda de la vivienda y que luego se fueron hacia el oeste.

Cuando la pareja se alejó, uno de los testigos entró a la casa y halló a Aramburu inconsciente y malherido, tendido en el piso. Llamó al 911 y una ambulancia lo trasladó al Hospital San Luis, donde permaneció desde ese día y hasta el domingo en estado reservado.

Los investigadores lograron identificar a la pareja sospechosa que había estado en la vivienda cuando Aramburu fue atacado.  Sánchez, de 31 años, tiene domicilio formal en Buenos Aires, y María Celestina Ortega, de 20 años, es de San Luis. Por orden de Palacios, ambos fueron detenidos el viernes, cuando caminaban a la vera de la Autopista de las Serranías Puntanas, cerca de Fraga.

Al día siguiente, la magistrada indagó a Sánchez y ordenó que la joven quedara en libertad, dado que no halló elementos que indiquen que ella tuvo participación activa en la golpiza.

Carlos Salazar, el defensor oficial que asiste a Sánchez, refirió que solicitará los testimonios de algunas personas que habrían señalado al imputado como el autor de la agresión. “Ninguno es testigo presencial del hecho. La única que lo sería es la expareja de mi defendido, quien fue detenida junto a él. Si es citada a declarar hay que ver en calidad de qué lo haría. Considero que ella no podría declarar bajo juramento dado que desde un principio corrió la misma suerte que mi defendido, es decir, fue vinculada al hecho como sospechosa”, dijo.

Además, el letrado contó que fruto de la relación que mantuvo con Sánchez, Ortega quedó embarazada y que cursa el sexto mes de gestación. Por otra parte, confirmó que la pareja conocía a la víctima.

Para los pesquisas, el móvil del ataque fueron los celos. Suponen que Sánchez llegó a la vivienda y encontró a Ortega reunida con Aramburu, y que por eso le dio la golpiza.