Le salvaron la vida a una mujer que tenía una afección poco frecuente

Si bien los médicos del Hospital San Luis estuvieron muy atareados en enero porque hubo muchas cirugías, una alertó al cirujano Eduardo Miranda, porque la paciente presentaba un cuadro atípico y grave. El 11 de enero debieron intervenir a una mujer de 77 años por una perforación espontánea de la aorta.

La anciana estaba con diálisis, sufre de ineficiencia cardíaca y la lesión grave estaba muy cerca de una arteria que irriga sangre al intestino: “Lo que hicimos fue colocar una endoprótesis aórtica, mediante una cirugía en la cual se repara la aorta a través de un cateterismo. Es decir, en vez de abrir el abdomen y buscar la arteria y reemplazarla por una prótesis, ahora se hace de forma remota, a través de la ingle se ingresa la prótesis y se va adhiriendo dentro de la pared de la aorta”, contó el doctor Eduardo Miranda.

Según Miranda, en los veinte años que lleva ejerciendo su profesión en San Luis, es la primera vez que ve un caso tan complejo como el de esta paciente, que dos días después de la cirugía ya estaba en su casa: “Nunca había visto uno igual porque es una ruptura puntual de la aorta que estaba sangrando y era contenida por todo el tejido circundante. Era un caso urgente porque había que sellar la arteria para que no sangrara y no la podíamos operar de forma convencional”, dijo. Fue un cuadro complicado por las patologías que sufría la paciente.

En el Hospital San Luis llevan hechas unas treinta cirugías de colocación de prótesis y gracias al nuevo servicio de diagnóstico y tomógrafos con el que cuentan, los médicos pueden analizar rápidamente cuadros que pongan en riesgo la vida de los pacientes.

La operación era muy delicada porque no había margen de error, ya que la vida de la paciente corría peligro: “El mayor riesgo era que se terminara de romper la pared de la aorta, sangrara y se muriese. Y el otro era la cirugía. Yo tenía mucho miedo de que tapáramos la arteria que iba al intestino porque la ruptura de la aorta estaba al ras, era muy poquito el lugar que teníamos para anclar la prótesis sin infiltrar”, explicó Miranda.

El médico cirujano, especialista en cirugía vascular periférica y endovascular, tiene 50 años y hace veinte que ejerce su profesión en el Hospital San Luis, en el área de cirugías vascular.

Estudió Medicina en Córdoba y terminó su formación en Francia. Tiene especializaciones en cirugías generales, clínica quirúrgica, cirugía cardiovascular y cirugía endovascular.

Además, hizo un posgrado en la Universidad del Mediterráneo (Francia). Allí aprendió a realizar cirugías endovasculares, algo que actualmente es novedoso.

En el área donde trabaja realizan alrededor de 120 cirugías al mes y son tres cirujanos los que lo acompañan.