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En San Luis el consumo de carne cayó hasta un 45%

Aseguran que el desplome comenzó a notarse a partir de noviembre. En los comercios de la capital recurren a las promociones para poder retener a los clientes.

Por redacción
| 09 de enero de 2021
Según los comerciantes, los clientes prefieren llevar los cortes más económicos. Dicen que han tenido que reducir el margen de ganancia. Foto: Martín Gómez

A la hora de ir a la carnicería los puntanos compran lo justo y la falta de ventas se nota en los locales. El Diario de la República realizó un sondeo por comercios de la capital y comprobó que en los últimos tres meses las ventas cayeron hasta un 45%. Los comerciantes aseguran que tienen que achicar el margen de ganancias para poder vender y advierten que los clientes no llevan más por kilo, sino por unidad. Esta tendencia se replica a nivel nacional, ya que el año pasado tuvo los números más bajos de consumo de los últimos cien años.

 

El propietario de un local ubicado en Pedernera entre Colón y Rivadavia, Pablo Félix, comentó que la baja más fuerte se notó a partir de noviembre y que en su caso llegó al 45%. Para sobrellevar la falta de ventas optó por armar combos, que son los que más salida tienen. “De alguna manera acomodamos los precios y los ofrecemos por un valor accesible. En la mayoría de los casos absorbemos los costos para continuar en el mercado”, dijo Félix, quien señaló que este año no se tomará vacaciones, ya que eso implica cerrar el comercio y la situación económica no es la óptima.

 

Ante la poca salida de los cortes de carne, el propietario expresó que mermó la compra a los proveedores. Antes por semana dejaba cinco media res y hoy solo compra dos. Además, precisó que en las Fiestas tuvieron un pico de ventas, pero no lo suficientemente alto como esperaban.

 

 

Según un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de las Carnes (Ciccra), el consumo de carne vacuna por habitante cerró 2020 en el país en 49,7 kilos anual, el nivel más bajo del último siglo, pese a que la faena de animales creció 0,6% interanual hasta las 14 millones de cabezas, el mayor volumen en más de una década.

 

 

La oferta más elegida por los clientes es la de un kilo de asado surtido más un kilo de chorizo parrillero a $900. Otro combo trae un kilo de molida, más un kilo de pata muslo, más un kilo de milanesa de pollo por $850. También ofrecen un kilo de hamburguesa de carne, más un kilo de hamburguesa de pollo por $600, entre otras promociones. “Nunca llevan en cantidad, no existe más 'dame un kilo de milanesas o de pollo'. Esperemos que la situación mejore”, expresó.

 

El mismo panorama se repite en el comercio de Gustavo Calabrese, ubicado en 9 de Julio antes de Maipú. Señaló que las ventas desde noviembre bajaron un 30 por ciento. “Para Navidad y Año Nuevo se movió muy poco, no fue lo esperado”, se lamentó Calabrese, quien precisó que se vio obligado a achicar el margen de ganancia para ser más competitivo.

 

Destacó que desde octubre la carne subió un 50% y precisó que el último ajuste se dio a fin de año. El propietario resaltó que los clientes llevan los cortes más económicos y que el asado hoy es "un lujo". En su local el kilo ronda los $650 y el surtido de novillito $390. El kilo de molida común sale $390. “No podemos tener promociones porque estamos muy justos con las ganancias. Está muy complicada la situación”, manifestó.

 

Sobre si disminuyó la cantidad de mercadería que solicita, dijo que antes pedían hasta siete medias reses y hoy solo bajan cuatro. “Esto funciona como una cadena, a menos consumo tenemos que achicar el pedido. Por lo pronto nos mantenemos, no hacemos una gran diferencia”, dijo.

 

Esta realidad no sorprende a Felipe De Pascuale, propietario de un comercio ubicado en 9 de Julio entre Maipú e Ituzaingó. Afirmó que el consumo en los últimos tres meses bajó un 30 por ciento. Destacó que en su local la gente no lleva más cortes económicos, sino que optan por los de mejor calidad, pero compran menos cantidad.

 

En coincidencia con Calabrese, De Pascuale manifestó que desde octubre hasta antes de Año Nuevo la carne subió mucho su valor. “Decidimos comprar menos cantidad. Todo recae en el consumidor final, pero intentamos absorber costos para que la gente acceda a los alimentos y nosotros vendamos”, dijo. En su comercio el kilo de milanesa de pollo sale $250, el kilo de molida común $380 y la especial $500, mientras que el kilo de asado vale $599.

 

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