Bernardo Cambareri, el pibe de oro

Arriba de la bici es un gigante. Parece un pedalista de mucha experiencia. Un hombre con mucho recorrido en la disciplina. Y cuando se baja, la cara de nene lo delata. Tiene 16 años y hace tres que abrazó este deporte. Bernardo Cambareri fue uno de los puntos más altos de la delegación puntana. Logró tres medallas de oro: vueltas por puntos, scratch y persecución por equipos. Y una de bronce en la crono.

Hizo taekwondo, jugó al fútbol y es hincha de Boca, pero cuando se inició en el ciclismo se dio cuenta de que la pista y la ruta eran su lugar en el mundo, su hábitat natural. Es perfil bajo. Mira una y otra vez las medallas y se le cruzan mil imágenes por la cabeza. Recuerda sus primeros tiempos en el ciclismo de montaña, sus primeras competencias y los consejos de la familia. Hizo unos Binacionales enormes; es difícil que se olvide de este gran momento, le quedará grabado para siempre en sus retinas.

"Por ser mis primeros Juegos, estoy muy feliz con los resultados. Saqué tres oros y fui bronce en la crono. Estas medallas son fruto del trabajo y del esfuerzo de todo el equipo", comenzó diciendo.

El ciclismo es un estilo de vida para Bernardo. Quiere seguir ligado a esto y sueña con correr en las grandes Vueltas, algo que puede ser muy factible, porque tiene condiciones y mucha proyección. Es cuestión de seguir entrenando y esperar el momento justo de que llegue la chance.

Viene de una familia ligada al deporte. Su papá Gastón practica triatlón y lo acompaña siempre a todas las carreras.

Los entrenadores Josué Moyano y Cristian Martínez lo iniciaron en la pista y en la ruta. Es un agradecido de dos técnicos jóvenes que tienen muchas ganas de seguir sacando buenos pedalistas. "El apoyo de la familia y la confianza que te dan los técnicos son vitales para mi progreso. Me gusta escuchar para seguir aprendiendo en este lindo deporte que disfruto mucho".

Cuando se subió por primera vez a una bicicleta, pensó en divertirse y aprender cada día. Nunca se imaginó que a los tres años de comenzar un deporte ya estaría en una selección provincial y con medallas colgadas. "Es el sueño de todo deportista. Soy un privilegiado".

Con entrenamiento y sacrificio los logros llegan. Ahora hay que seguir trabajando para que estos resultados se repitan. No hay que quedarse con los logros obtenidos. Hay que ir por más. Estas medallas deben ser la inyección de ánimo para continuar intentándolo.

Bernardo Cambareri, el pibe que tímidamente empezó en el ciclismo de montaña y que un día quiso cambiar las ruedas anchas por las finas, se bañó en oro en sus primeros Juegos Binacionales, pero no se conforma y va por más.

Redacción/MGE