Conociendo Rusia hizo conexión con San Luis

Apenas terminó de tocar “Cabildo y Juramento”, acaso su máximo hit, Mateo Sujatovich -líder y factotum de Conociendo Rusia- preguntó qué esquina de San Luis merecía ser nombrada en una canción. Alguien del público le dijo que la de Belgrano y Rivadavia era un punto de encuentro central y, con la métrica encastrada casi a la perfección, el corte de la peatonal tuvo su estrofa en la noche rockera del martes. Una cadena de cafeterías y alfajores, otra de farmacias, otra de electrodomésticos y una casa de reparación de celulares pueden considerarse beneficiadas por su ubicación.

La imagen fría y distante que Sujatovich muestra en algunas sesiones fotográficas quedó desmaterializada en la presentación en vivo de “Comuna”. Notoriamente feliz por la respuesta del público, Mateo bailó, cantó, conversó con la gente, se bajó del escenario, aplaudió y agradeció durante más de dos horas de un recital estupendo.

La elegancia es la característica central de un sexteto de tres guitarras, batería, bajo y teclado que se preocupa por mantener la postura ya sea en la cuestión musical (bastó escucharlos en las tres primeras canciones) como en la estética, con trajes blancos o negros para los músicos y de un coqueto verde turquesa para el cantante.

El debut en San Luis de una de las bandas del año fue la excusa para recorrer los tres discos del grupo, con especial atención de “La dirección”, editado este año y sin el rodaje de los anteriores. No obstante, Mateo y sus músicos se vieron sorprendidos por el conocimiento que la gente de la provincia tenía de todas las letras.

Tal vez esa buena vibra que sintió con las casi trescientas personas que estuvieron en el recital del martes empujó a la banda a extender el recital por más de dos horas, con un largo bis que pareció no terminar nunca. Por supuesto, sobre el escenario, Sujatovich prometió volver pronto.

Posiblemente, buena parte del éxito de Conociendo Rusia se deba a la incursión en melodías pop bien trabajadas, un costado que el rock nacional ha menospreciado por razones incomprensibles en las últimas décadas. No es casualidad que quien haya tenido la idea de reflotarla sea Mateo, hijo de Leo Sujatovich, histórico pianista y colaborador de Luis Alberto Spinetta.

Sin embargo, las influencias que tomó el músico para la creación e interpretación de sus canciones tienen algunos puntos más evidentes y cercanos, como Fito Páez y Andrés Calamaro; y otros más escondidos como Charly García y el propio Spinetta. Como sea, Mateo supo capitalizar parte de la historia del rock nacional y amoldarla a los tiempos que corren.