Actores que quedaron perturbados tras sus papeles más importantes

Michael Douglas, Bajos instintos

En 1992, el actor estrenó la película de Paul Verhoeven que tenía fogosas escenas sexuales y eróticas con Sharon Stone, por entonces una de las mujeres más deseadas del mundo. Luego del estreno y de que todo el mundo hablara del filme, Douglas anunció que se internaría en una clínica psiquiátrica por su adicción al sexo, y desde entonces la creencia generalizada es que el rodaje dejó secuelas en el actor norteamericano. Sin embargo, dos décadas después el intérprete dijo que todo fue un invento y que su verdadera adicción era al alcohol.

Kate Winslet, El lector

Si bien ganó el Óscar por su sensacional interpretación de una mujer que fue celadora en Auschwitz y que trata de ocultar ese pasado porque dejó morir a 300 mujeres, el papel no le fue amable para la actriz de Titanic. El personaje no sabe leer ni escribir y siente mucha vergüenza por eso. Ese encuentro de sensaciones hizo que Winslet entrara en una profunda depresión, que se acrecentó porque ese año tuvo otro papel complejo en la película "Solo un sueño".

Rami Malek, Bohemian Rhapsody

Cuando le dijeron al actor de "Mr. Robot" que debía interpretar a Freddie Mercury, se preparó con tal grado de obsesión que, contó luego, se sometió a todo tipo de esfuerzo y castigos para parecerse lo más posible a la estrella del rock inglés. Tanto trabajo dejó sus frutos pero también consecuencias: Malek sufrió ataques de pánico y le costó mucho desprenderse de los gestos, los tics, pero también de las manías de Mercury. Con otros personajes le pasó lo mismo.

Anne Hathaway, Los miserables

Otro caso de una ganadora de Óscar que quedó afectada por el papel. En el musical, la actriz interpretó a Fantine, una mujer obligada a ejercer la prostitución para pagar el cuidado de su hija. La tarea repercutió en su cuerpo y en su mente: Anne debió cortarse el pelo, adelgazar varios kilos y someterse a un rodaje extenuante que la dejó al borde del colapso. El personaje muere de tuberculosis, por lo que la actriz debió tener el cuerpo lo más deteriorado posible para que sea real. Sin embargo, lo que más le costó, dijo, fue la interpretación de "I dreamed a dream".

Heath Ledger, Batman, el caballero de la noche

Para preparar a su inolvidable Guasón (el mejor personaje que hubo en todas las películas de Batman, incluidos los protagónicos), el actor se aisló durante dos meses a solas y dormía dos horas por día. Esa situación habría acentuado su depresión que se había iniciado con la separación de Michelle Williams, también actriz y madre de su hija.

Murió el 22 de enero de 2008 a causa de una sobredosis de medicamentos para la depresión que había empezado a ingerir tras la filmación.