Pérez Araña solicitó ser excarcelado en otra causa

Enrique Pérez Araña está en la Penitenciaría de San Luis, procesado por violar la orden judicial que le impedía acercarse a su ex N.A. y al novio de ella J.O. Pero en las próximas horas podría sumar otro procesamiento por tres de las tantas amenazas por las que fue denunciado el mes pasado. Amenazas hacia su ex, la pareja y la hija de ella. Antes de que el juez Contravencional y Correccional 1 de Villa Mercedes, Santiago Ortiz, resuelva si lo procesa también por esa causa, el médico pidió declarar. Le dijo al magistrado que estaba arrepentido por lo que había hecho y su abogado solicitó que sea excarcelado o que, al menos, le otorguen la prisión domiciliaria.

El reumatólogo se había abstenido de declarar en el primer llamado a indagatoria, pero antes de que venza el plazo de ocho días que tiene el juez, para resolver sobre su procesamiento, solicitó ampliar su indagatoria.

"Yo vengo a ofrecer mis mayores disculpas. Estoy totalmente arrepentido", le dijo al magistrado. Argumentó que sus acciones fueron producto de un momento de estrés importante por el que pasaba, de un desborde emocional. Luego comentó que quería dejar constancia de que nunca quiso hacerle daño a la madre de su hijo, a su pareja ni a la hija de su ex.

Remarcó que en las últimas tres semanas había logrado hacer un mea culpa y se dio cuenta de que actuó mal. Tras su declaración, el defensor, Lucio Pereyra, solicitó que a Pérez Araña, en el caso de ser procesado con prisión, le concedan la excarcelación o subsidiariamente el arresto domiciliario, debido a sus problemas de salud.

Pereyra ya había requerido lo mismo en la otra causa por la que el médico está en el Penal, pero Ortiz, quien subroga también el Juzgado Contravencional y Correccional 2, le denegó la excarcelación y la prisión domiciliaria.

El reumatólogo está en la Penitenciaría porque el 13 de enero fue hasta la Cooperativa de Electricidad, donde trabajan N.A. y J.O., y atacó a trompadas a la actual pareja de su ex. Según consta en las numerosas denuncias, desde el 7 de enero Pérez Araña los hostigaba con amenazas y también a las familias de ambos cuando se enteró de que su expareja había empezado una nueva relación sentimental. En tres semanas, les mandó alrededor de 60 mensajes intimidatorios, en los que les decía cómo pensaba torturarlos y hacerlos desaparecer.