Joel Morales, otro ciclista puntano de exportación

Joel Morales está ante la gran chance de su vida. El ciclista puntano viajará el 4 de abril a España para incorporarse al equipo La Tova-Asesoría Almudévar, una escuadra que tiene base en la Región de Huesca. La estadía en el Viejo Continente será por seis meses para disputar el circuito europeo. "Mi sueño es llegar a la primera línea del ciclismo profesional: ser UCI World Team", comenzó diciendo.

Mucho tiene que ver en todo esto su mamá Claudia, que hace tres años comenzó a mandar currículums a España, hasta que un día llegó la respuesta que toda la familia esperaba.

El equipo para el que voy a correr se llama La Tova-Asesoría Almudévar y está en la Región de Huesca". Joel Morales, ciclista.

 

Esta posibilidad le llega en un gran momento a Joel. Con 19 años —cumplirá 20 el 11 de abril cuando ya esté en España—, es un ciclista que tiene un enorme potencial. Su especialidad es la ruta. Es un rodador que no se define como un sprinter, pero que tiene características para las fugas y se destaca en los embalajes cortos y largos.

"Voy con muy buenas sensaciones. Me siento capaz de estar a la altura para poder responder al equipo. También sé que voy a aprender mucho, así que estoy abierto a todos los aprendizajes que se atraviesen en mi camino", aseguró Joel.

Este tiempo en el Equipo Continental San Luis le sirvió mucho para crecer. El calendario nutrido que tuvo el elenco puntano le valió de despegue. Compitió en vueltas importantes, y si bien el salto de pasar a junior le costó al principio, después se fue adaptando y hoy está consolidado.

"El equipo tiene cinco años y es de Huesca. Además está compuesto por pedalistas de distintas nacionalidades y géneros", contó.

La expectativa es muy grande. La cabeza va a mil, pero Joel se sube a la bici y busca bajar un cambio. No quiere que nada lo saque de su horizonte, que es llegar de la mejor manera a España y poder colmar las expectativas de los directivos de su nuevo equipo.

Entrena duro todos los días. El sacrificio es grande, pero sabe que para seguir creciendo en la actividad necesita esforzarse al máximo. El trabajo diario es la única forma de llegar. "Eso no se negocia", aseveró.

Joel tiene una gran virtud: es muy disciplinado. No hay frío o calor que impida que salga a entrenar. Es muy común verlo rodar por las rutas de San Luis. Este estudiante de Ingeniería Mecatrónica hace magia para no descuidar nada. Es responsable en el deporte y en sus estudios.

Para Joel, el ciclismo es un estilo de vida. Lo tiene incorporado. A los 10 años comenzó este romance con la bicicleta: fue después de que su papá Alberto le mostrara una carrera de pista. Primero fue como un juego, después le tomó el gustito y comenzó a competir. Cuando dio sus primeros pasos en los infanto-juveniles siempre soñó con que algún día iba a ser ciclista profesional. En esos largos viajes por todo el país para representar a San Luis, el tema de conversación central era cómo sería llegar a ser un ciclista profesional. Nueve años más tarde, la vida le da una enorme chance y la respuesta la tiene al alcance de la mano.

"Me acuerdo cuando veía con mi papá ciclismo europeo: quedaba fascinado. Y ahora estoy a horas de volar a España y poder vivirlo en carne propia", dijo.

Es hincha de Independiente. También le gustan el básquet y las carreras de moto, pero a la hora de hacer un podio no duda: el ciclismo es su vida. Y el deporte que tanto ama hoy le hace un guiño y le abre una enorme puerta. España lo espera. Hacia allá irá Joel, en busca de su sueño: ser un ciclista profesional.