Leandro Díaz, un músico con las alas abiertas en Berlín
En tierras germanas, el artista cumplió su sueño de trabajar como músico y conocer la cultura que lo dejó cautivado.
En 2018, la compañía internacional Desde el Alma realizó una gira por varios lugares de Europa. Entre los viajeros se encontraba Leandro Díaz, bajista que se sumó al contingente para acompañar a Jonathan Ojeda, el director musical, y juntos mostraron canciones argentinas ante el público extranjero mientras que los demás compañeros los deleitaban con la danza.
Aquella experiencia logró hacerle click en la cabeza a Leandro y comenzó a planificar un viaje a Europa, que se concretó el 25 de abril pasado. El bajista dejó tierras puntanas para desembarcar en Berlín, Alemania, su nuevo lugar de residencia, donde busca dedicarse íntegramente a la música y empaparse de las múltiples culturas que abundan en la ciudad.
Díaz, quien consiguió la nacionalidad alemana por su descendencia, dejó en San Luis dos proyectos musicales que lo mantuvieron ocupado durante varios meses: la orquesta de tango electrónico Doble A y el grupo de folclore Los Manyines de Cuyo.
"Fue difícil irse, porque no solo dejé la música, sino también a amigos, familia y amores, pero era un sueño que tenía programado y todos los que conozco lo sabían", expresó Díaz, quien hizo un largo periplo por la Argentina.
Leandro nació en Buenos Aires, luego pasó por Río Gallegos y, por último, decidió quedarse en San Luis, donde encontró varios colegas que lo sumaron a proyectos muy variados. Además de Doble A y Los Manyines de Cuyo, también tocó con La Sensual Band y solistas como Flavia Calderón, Damián Fernández y Arturo Costa Leite.
"Ahora en Berlín llegué para aportar los estilos que aprendí durante estos años, porque incursioné en géneros de los que no tenía idea y los aprendí sobre la marcha. También estoy interesado en aprender cosas nuevas, por ejemplo, la música de Medio Oriente, que rítmicamente es muy compleja y me gustaría indagar sobre ella", agregó el bajista.
Por el momento, los bares de Berlín están cerrados y sus ganas de tocar se postergaron para el mes que viene. Pero a partir de la semana próxima comenzará a ensayar con dos proyectos que surgieron de casualidad.
"Uno está vinculado con la música electrónica con tintes de funk y otro es un guitarrista que necesita un bajista de apoyo. Es difícil largarme solo, porque el instrumento es conocido como de acompañamiento y el idioma también es un desafío por afrontar, pero considero que no será imposible", concluyó, con la fe intacta.
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