“El individualismo es un mal precedente a esta pandemia y debemos vencerlo”

Fue su primer homilía para un 25 de Mayo estando al frente de la Diócesis de San Luis, pero el obispo Gabriel Barba sobresalió con un sermón atravesado por el aporte del pueblo puntano a la gesta libertadora, por la valentía de sus soldados y por las gentiles prosas de sus poetas a la patria. Fue imposible no mencionar que este es el segundo año que la celebración del Tedeum debe hacerse a puertas cerradas por la pandemia, y pidió solidaridad y hermandad para salir del difícil momento sanitario que vive Argentina.

La celebración por el 211° aniversario de la Revolución de Mayo comenzó a las 10, en la catedral de la capital, sin asistentes por las restricciones vigentes por la pandemia.

“En este día en que celebramos la memoria del inicio del camino que nos llevó a la independencia estamos aquí para dar gracias a Dios por el don de la Patria, este hermoso regalo que nos enraíza”, dijo el obispo.

Habló del aniversario patrio como una fiesta que enciende el corazón y en la que la memoria se vuelve agradecida. Mencionó al pueblo puntano de la campaña libertadora, a sus soldados, a la identidad puntana, a Antonio Esteban Agüero, a Beba Digenaro y se preguntó: ¿Qué seríamos capaces de hacer hoy por la patria?

“Por segundo año consecutivo vivimos esta fiesta patria en pandemia, sufriendo do lo que sufre el mundo entero”, algo que, opinó, “nos obliga a pensar en el bien común con firmeza, en que nadie sale solo de esta realidad. Y eso nos obliga a tomar conciencia de muchas cosas”.

“El individualismo es una enfermedad antecedente a esta pandemia y debemos vencerla”, sentenció, y dijo que en momentos oscuros y difíciles como los que vivimos, “velar por cada ciudadano es cuidar la patria, esa casa común que es nuestra Argentina, donde nadie está sobre nadie, donde nadie está de más: todos somos necesarios y tenemos la misma dignidad”.

FQ.