Investigan a un hombre por tenencia de imágenes de abuso sexual infantil

Los investigadores creen que fue un descuido o que quizás debió abandonar su computadora sin poder borrar el archivo. Lo cierto es que cuando sus superiores vieron que el material que había descargado en una máquina de su trabajo eran imágenes de abuso sexual infantil, decidieron colaborar con las autoridades y denunciarlo. La brigada que sigue el caso dice que ya hay pruebas que lo ligan a la tenencia del material, pero quieren descartar que no esté involucrado en su comercialización.

El oficial principal Juan Carlos Romero, de la Brigada de Protección Ejecutiva de la Policía de San Luis, comentó que la investigación comenzó hace un mes, cuando el hallazgo del material en la computadora de un comercio de carnes llegó a sus oídos.

“Se contactó a la patronal y accedieron a hacer la denuncia formal, porque si no iban a entrar en el ámbito del encubrimiento”. “Hay que aclarar que ellos hicieron todo legalmente, incluido  el resguardo de la evidencia digital, con abogado y escribano” y que sin su colaboración no podrían haber contado con un informe preliminar que derivó en los allanamientos, mencionó Romero.

La fuente comentó que el joven investigado, de quien no brindaron más datos que su edad (26), trabajaba como despostador en el comercio, pero que por la pandemia y porque sabe de informática fue derivado temporalmente al área administrativa.

El registro de uso de la computadora en la que estaba el material pornográfico indicaría que quien lo descargó fue él y que, al volver a su función original, olvidó borrar.

Romero solo se limitó a decir que hay varias imágenes y que la finalidad es identificar a los niños que aparecen en ellas para ponerlos a resguardo. Si bien restan pericias informáticas, que llevará adelante el área de Delitos Complejos del Poder Judicial, ya habría pruebas para ligar al joven al delito de la tenencia de imágenes de abuso sexual infantil.

El allanamiento principal fue en una vivienda del barrio 144 Viviendas de la capital, donde el investigado vive con su familia. Hubo otro en el barrio Serranías Puntanas y un tercero en la localidad de San Jerónimo.

FQ.