Con más orgullo que nunca: el cupo laboral trans da esperanzas

Este lunes se celebra en muchos países del mundo el Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+, una jornada que, a través de la visibilización de la lucha de este colectivo, transmite el concepto de que ninguna persona debe avergonzarse por sus elecciones, sea cual sea su género y orientación sexual. Pero también busca instar al respeto en una sociedad más igualitaria, una sociedad por la que en Argentina también se está peleando y que desde el jueves —con la aprobación en el Senado de la Nación de la ley que establece la inclusión laboral travesti trans— parece empezar a concretarse.

Aunque el camino todavía es largo, casi tan largo como el reclamo, finalmente el país tiene su ley: por una amplia mayoría, con 55 votos afirmativos, 1 negativo y 6 abstenciones, el Congreso de la Nación aprobó la Ley de Cupo e Inclusión Laboral Travesti Trans “Diana Sacayán – Lohana Berkins”.

La ley establece un cupo laboral travesti trans del 1% en el Estado nacional, incentivos del sector privado y apoyo financiero para proyectos productivos surgidos de esta población.

El proyecto fue trabajado estratégicamente por las distintas organizaciones de la diversidad sexual, más de 250, que lograron finalmente que este año el Congreso de la Nación lo trate, primero en sesiones ordinarias en Diputados, donde obtuvo media sanción el 8 de junio, (207 votos a favor, 11 en contra y 7 abstenciones), y en Senadores hace tres días.

Lautaro Briggs es miembro de Puntanidades Disidentes, una organización de San Luis que integra la Liga LGBTIQ+ de las provincias y vivió desde dentro la “cocina de la ley”.

“Fue muy emocionante poder generar una estrategia para trabajarlo políticamente y llegar a las y los legisladores de las diferentes provincias y nosotros en particular a los de San Luis. Organizamos reuniones, cabildeos, actividades en las redes, copamos esos espacios para poder llegar a la sociedad y así a los legisladores y plantearles la urgencia del tratamiento de la ley con una mirada federal, entendiendo que la situación de San Luis no es la misma que la de la Rioja, de Mendoza u otras provincias. Así, desde esas particularidades pudimos unir el reclamo para que esta ley tenga la importancia que tiene y la integralidad que se plantea”, contó Lautaro desde Buenos Aires, tras presenciar la aprobación de la ley frente al Congreso.

“No tengo palabras para describir este momento tan histórico, ver a todes les compañeres saltando de felicidad y tener la tranquilidad de que todes vamos a poder poseer un trabajo seguro no tiene palabras. Se sintió muy fuerte el grito de conquista”, agregó.

En Argentina, el colectivo travesti trans tiene una expectativa de vida de entre 35 y 40 años como consecuencia de la vulneración sistemática de sus derechos fundamentales, principalmente  del mercado laboral formal.

Las cifras indican que 9 de cada 10 personas de este sector no cuentan con un trabajo registrado, condicionando a la mayoría de ellas al ejercicio de la prostitución, y como extensión a la violencia institucional y el deterioro de su salud integral.

“La ley que están votando hoy, no es solo una ley sobre el trabajo. Es una ley sobre la vida, sobre la ciudadanía plena, sobre los sueños, esperanzas y anhelos que a una gran parte de la población argentina históricamente se nos ha negado. Hoy están votando no solo por quienes estamos, sino por les que perdimos en el camino por la desidia de la sociedad y también, por aquellas infancias y adolescencias trans, que a la hora de que les pregunten en la casa, en el colegio, o donde sea: ¿Qué querés ser cuando seas grande? Puedan responder con seguridad y certeza cualquier camino, porque tendrán una ley que respalde sus sueños”, leyó en el recinto la senadora de San Luis, Eugenia Catalfamo minutos antes de la aprobación. Era justamente una carta que desde Puntanidades Disidentes le habían entregado para que la transmita al resto de las y los legisladores.

Un horizonte para las infancias trans

“Gracias a un conjunto de leyes como la de Identidad de Género, la de Educación Sexual Integral, la de Matrimonio Igualitario y hoy la de Cupo Laboral Trans nuestro hijo tiene otro horizonte. Hoy hay otra mirada para las infancias trans y las adolescencias trans para que tengan un proyecto de vida un poco más amigable”, expresó Roque Quilodran, papá de Joaco, un niño de Merlo que desde los 5 años se autopercibe como trans.

“De igual manera con su mamá creemos que esta ley es solo un marco normativo y queda todavía una batalla cultural que sigue siendo muy dura, que sigue siendo desigual, pero hoy hay otras herramientas que antes no estaban, permite otro contexto, que es totalmente diferente al imaginario y a la expectativa de vida que tenía una persona trans que nacía en la década del 80 o 90, con una expectativa de vida de menos de 35 años. Esperamos que esta ley, conjuntamente con las otras, permita que esa expectativa de vida de nuestros hijes sea como la de cualquier otra persona que hoy ronda en los 80 años, tenemos esa esperanza”.