La falta de información y los "penes de madera"
Lo que dice la ley y la necesidad de la correcta implementación de la ESI.
El gobierno nacional, a través del Ministerio de Salud, comprará dispensers de profilácticos, maletines y penes de madera pulida de 17 centímetros de largo por cuatro de ancho. La inversión por parte del Gobierno será de $13.371.100. La resolución establece que “la finalidad sea concientizar y evitar la propagación de enfermedades de transmisión sexual tales como el VIH y otras ITS en el marco de la Ley N° 23.798.
En 1990 se sancionó la Ley 23.798 contra la lucha del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH). Fue un tema controversial, denominado durante años como la “enfermedad rosa” ya que se creía que solo la tenían hombres que mantuvieran vínculos afectivos dentro de la homosexualidad, discriminando a quienes son portadores de la enfermedad. En la actualidad los prejuicios fueron desapareciendo gracias a la información sobre el tema.
En 2006 se sancionó la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral, estableciendo que todos los educandos tienen el derecho a acceder a la misma. Dos palabras le dan sentido: derecho e identidad.
El artículo 2 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos declara “toda persona tiene todos los derechos y libertades sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión pública o de cualquier índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”.
Identidad es una característica individual de cada persona que nos lleva a Identidad de Género, entendida como la noción de cada individuo sobre su sexualidad.
La Ley 26.061, sobre la Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, sostiene que la infancia comprende hasta los 18 años, considerándolos sujetos de derechos y ciudadanía, asegurando su acceso a información y educación de calidad.
Reflexionar sobre la importancia de la ESI no solo como un área curricular, sino como un Derecho. La contención depende de docentes y ciudadanos, entendiendo “que nuestros derechos terminan donde empiezan los del otro”.
La ESI no es sinónimo de sexo, sino de salud reproductiva, género, moral, afectividad y autoconocimiento.
Por Mercedes Cremel.
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