"El día que tuve un lavarropas", seleccionado por la Fundación Itaú

Un sendero de matorrales y espinillos ambienta el camino que recorre la protagonista de “El día que tuve un lavarropas” por los montes de la Villa de Merlo y Carpintería. El cortometraje de Milagros Baraldi y Luz Oviedo fue grabado el año pasado y ganó la convocatoria lanzada por la fundación Itaú que les brindó la posibilidad de difundir su trabajo en todo el país. Ahora, la dupla de realizadoras busca el premio monetario que brinda la misma fundación, pero que se dará a conocer el próximo mes.

La corta historia, que tan solo dura dos minutos, tiene como protagonista a una mujer que suelta su pasado, se despoja de sus pesares y sigue su rumbo hacia el lago que la espera para que se lance con los brazos abiertos. “Invita a la reflexión sobre lo que se tiene que soltar en la vida, lo que se deja ir con el agua y lo que fluye como el viento”, contó Milagros, quien además de ser la autora del texto que se percibe en el corto también es la protagonista.

Queremos devolverle a Merlo en forma de arte algo de todo lo que nos regaló cuando éramos adolescentes". Milagros Baraldi, actriz y protagonista de "El día que tuve un lavarropas".

 

Milagros y Luz tenían la necesidad de crear algo nuevo en la cuarentena, cuando el encierro les invadía la imaginación y el aburrimiento era parte de lo cotidiano. Baraldi tenía un escrito archivado entre sus documentos y Luz una cámara que la ayudó a concretar el proyecto. Luego llamaron a Ariel Costo, quien se encargó de musicalizar el audiovisual.

“Es un texto que tenía guardado desde 2017 y lo reacomodé para el corto. Una tarde nos propusimos con Luz crear algo nuevo y al otro día ya estábamos filmando. Fue todo tan rápido y espontáneo que lo disfrutamos minuto a minuto”, contó Milagros.

Luego que el trabajo estuvo editado y listo para presentar, lo mandaron a la convocatoria de la fundación Itaú y ahora circula en diferentes plataformas para que el país entero pueda disfrutar del filme.

Baraldi es merlina y estudió actuación en Buenos Aires. Ya le quedan pocas materias para recibirse, pero decidió regresar a su pueblo para trabajar y reencontrarse con su familia. En su retorno se encontró con Luz y Ariel, quienes además fueron compañeros de colegio de Milagros, y coincidieron que los tres se focalizaron en el séptimo arte. Una casualidad que aprovecharon al máximo.

“La pandemia nos hizo regresar a nuestro lugar de origen y más allá de que quedaron muchas cosas pendientes en las ciudades que elegimos para estudiar, estamos muy agradecidos con Merlo con todo lo que nos brindó como ciudadanos", concluyó la actriz quien desea terminar su carrera y seguir con su profesión en la provincia.