Axel Horrocks, un arquero que hace escuela en Estados Unidos

Dicen que los sueños para alcanzarlos, hay que perseguirlos. Este es el caso de Axel Horrocks, el arquero merlino de 21 años que empezó a atajar en Cryder de su ciudad natal, y hoy el presente lo tiene en Estados Unidos, en Queens University of Charlotte, en la antesala y con muchas chances de llegar a la MLS.

Es un apasionado del deporte. En casa, papá Eduardo y mamá Gloria siempre le inculcaron que practicara una disciplina —al igual que a su hermano Alan quien ataja en Racing—. Finalmente eligió el fútbol. Pasó por Atlético Sampacho, Estudiantes de San Luis. Pegó el salto a Vélez, después se fue a Gimnasia La Plata. Hasta que se le abrió una puerta importante. Hace un mes que está en Estados Unidos tratando de adaptarse a su nueva casa, los tiempos y la gente. Con 1,87 metro y 84 kilogramos se hace gigante en el arco. Tiene un enorme potencial y sueña con ser profesional.

—¿Cómo se da tu llegada a Estados Unidos?

—Se da después de mi salida de Gimnasia La Plata. Pude conseguir una beca atlética por medio de una empresa que se dedica a este tipo de cosas, y por mi destacado desempeño tanto deportivo como académico recibí una oferta de beca bastante buena en Queens University of Charlotte.

—¿Cuáles son tus expectativas?

—Terminar mi carrera de Comunicación y además jugar profesionalmente al fútbol aquí. Los equipos de MLS y profesionales miran mucho a las ligas universitarias y las tienen muy bien catalogadas para la búsqueda de jugadores jóvenes. Aquí en Charlotte hay tres equipos profesionales así que espero ser contratado más adelante en uno de acá.

—¿Qué estás estudiando?

—Comunicación. Actualmente ya tengo un título de técnico en periodismo deportivo, lo recibí en diciembre del año pasado en la escuela de comunicación ETER en Buenos Aires. Estudiar Comunicación sería como una continuación y un plus para lo que es el periodismo deportivo.

—¿Cómo es un día tuyo en Estados Unidos?

—Empieza bastante temprano. Dependiendo del día, los de fútbol tenemos entrenamiento a las 6 de la mañana en el gimnasio y después entrenamiento con pelota a la tarde o noche. Podés ir a buscar tanto tu desayuno, almuerzo y cena en una franja horaria. Después dependiendo en qué carrera estés, tenés  clases o no, en mi caso tengo clases todos los días excepto el viernes y el fin de semana.

—¿Qué es lo que más extrañás?

—Extrañar no sería la palabra, porque ya viví muchos años solo lejos de Merlo, pero sí hay algo que siempre está bueno tener, que es el contacto con tu familia. Cuando estaba viviendo en Buenos Aires mis padres podían venirse cada tanto, pero ahora es un poco más difícil.

—¿Por qué elegiste el fútbol?

—Creo que habría que remontarse al inicio de todo. Siempre me gustó el deporte, aparte mis padres siempre me inculcaron la disciplina por medio del atletismo y las actividades deportivas. A mis 10 años estaba entre el básquet y el fútbol, y bueno elegí el fútbol al final.

—¿Cómo y dónde fueron tus comienzos?

—En Cryder de Merlo, donde estuve durante dos años y pude conseguir algunos campeonatos juveniles. Después de mi paso por ahí quería ir aumentando mi nivel y evolución para en un futuro poder llegar a ser profesional, y tomé la decisión de irme a jugar al Atlético Sampacho de la Liga de Río Cuarto. Ahí aprendí muchísimo tanto de los entrenadores y jugadores, como de la gente que allí vivía.

—¿Siempre fuiste arquero?

—Sí, nunca jugué de otra cosa de forma oficial. Igualmente si no hubiera sido arquero habría sido delantero centro, si no evito los goles los hago, jaja.

—¿Tus características como arquero?

—Me caracterizo principalmente por ser un arquero tapador, también me gusta jugar bastante adelantado para cubrirles las espaldas a mis defensores, y el juego aéreo se me da bastante bien. También otra habilidad que adquirí fue la distribución de la pelota tanto en corto como en largo, es una destreza que se te va desarrollando mucho entrenando en clubes tales como Vélez y Gimnasia.

—¿Un sueño?

—Ser profesional en el fútbol, simple y llanamente. Sé que tengo la capacidad y las ganas para serlo y las posibilidades están abiertas.

Sabe que el camino no será fácil, pero está acostumbrado a los desafíos. De muy chico se fue de casa a probar suerte en equipos de otras provincias. Cuando la nostalgia lo embarga, se apega a los libros y al fútbol. Es un soñador y no quiere que lo despierten. Axel Horrocks quiere perseguir esos sueños para alcanzarlos.