A máquina y rastrillo, limpian un basural clandestino en La Ribera

Con guantes, rastrillos, palas y el auxilio de las máquinas, varios equipos del Municipio comenzaron un operativo para erradicar los basurales clandestinos que todavía existen en diferentes puntos de la ciudad. Comenzaron en La Ribera, en un terreno que debía funcionar como punto verde para arrojar material orgánico verde, como ramas y hojas, pero que se había vuelto el blanco para lanzar todo tipo de residuos.

Bolsas, cartones, papeles, envases, cartón, pañales usados, cuero, huesos y hasta restos de animales muertos. Todo eso y más estaba desparramado a la orilla de un predio al costado de la ruta 2b, que se abre paso cuando termina el barrio.

"Es un lugar hermoso porque está frente al canal, que podría ser aprovechado para uso recreativo, pero que se arruina de esta forma. Por eso estamos dando los primeros pasos", graficó Pamela Domínguez, la jefa del Programa Disposición Final de Residuos.

Unas veinte personas que integran el equipo Somos Eco —el grupo que lleva adelante las campañas ambientales de la Comuna, con la ayuda de operarios y maquinarias de otras áreas— desafiaron el calor abrasante que se sintió desde las primeras horas de la mañana.

Rastrillaron todo el perímetro del terreno para que luego un camión se encargara de levantar lo acumulado y transportarlo al lugar donde debería haber ido en primera instancia: el Centro de Disposición Final de Residuos, gestionado por la firma Servicios Ecológicos.

Aunque el aspecto cambió muchísimo en el sector, todavía les queda mucho trabajo por hacer. "Se forman líneas de basura, por eso vamos a ir bordeando todo este camino que continúa hasta Lavaisse, y luego vamos a abocarnos a otro de los ingresos", adelantó la funcionaria.

Contó que repetirán la dinámica todos los jueves de noviembre y diciembre, y que hay vecinos que se ofrecieron a ayudar para mejorar las condiciones del barrio, por lo que también planifican realizar forestaciones en los espacios verdes.

Domínguez remarcó que la proliferación de basurales o microbasurales clandestinos es un problema que aqueja a Villa Mercedes desde hace tiempo, por lo que requiere de paciencia y de un "cambio cultural" para poder solucionarlo de forma definitiva.

"Trabajamos en la concientización de la separación en origen, fomentándolo a través del concurso Yo Reciclo, del que participan las escuelas y las instituciones, y hemos tenido muy buena recepción. Creo que vamos a empezar a ver los frutos más adelante, en el avance de este tipo de hábitos en las casas. Porque esto también empieza antes, en el nivel de consumo y en los desechos que generamos", argumentó.