Ayuno intermitente: en la UNSL indagan aportes para la salud

La estudiante de la Licenciatura en Nutrición de la UNSL, Fernanda Algarbe, presentó un proyecto que detalla en específico cuáles son los beneficios del ayuno intermitente y qué enfermedades previene. El paradigma alimentario consiste en una abstinencia de alimentos durante un periodo de tiempo determinado; tras su masividad en las redes sociales, cada vez está más en boga. El Diario dialogó con Algarbe, que llegó a presentar su trabajo denominado “Ayuno intermitente y beneficios reportados en la salud de quienes lo practican”, en las Jornadas de Jóvenes Investigadores, en Bolivia. 

“La idea principal era analizar los beneficios que reportaban las personas que lo practicaban, realizamos encuestas cuando asistían al consultorio de la especialista e hicimos talleres de extensión en el Hospital 'René Favaloro', de El Trapiche”, explicó.

“En el nosocomio hicimos 5 encuentros en los que disertamos; desarrollamos talleres de cocina de recetas cetogénicas. Al finalizar, le pedíamos a los presentes que contestaran el cuestionario correspondiente para ver si conocían sobre el tema o no”, comentó la estudiante universitaria.

La concreción de este tipo de indagaciones permitió, estadística y cualitativamente, ver cómo se comporta el paciente al frente de estas prácticas. Algarbe les consultó a los encuestados cuáles eran los motivos de cada uno para comenzar el ayuno intermitente.

“Nosotros hicimos una muestra de 100 personas, de las cuales 80 conocían lo que era ayuno intermitente y 64 lo practicaban. La directora del proyecto, la especialista Vanina Garro, nos pidió a los investigadores que empezáramos a indagar en una amplia gama de temas, el objetivo es conocer cómo el campo de la nutrición va en avance con el conocimiento de nuestros pacientes”, dijo.

Los expertos consideran que este tipo de prácticas ayudan a que los niveles de glucosa en sangre disminuyan, así también los parámetros de insulina. Afirman que favorece a la disminución de riesgo de enfermedades cardiovasculares, a través de la reducción en los niveles de triglicéridos, colesterol total, colesterol LDL y presión arterial.

“A los que conocían sobre el tema, les consultamos cuáles habían sido las fuentes por las que se habían enterado, si lo practicaban o no, y a los que respondían positivamente les consultábamos de qué manera lo realizaban. Hay que tener en cuenta que son distintos tipos de ayuno, desde 12 hasta 24 horas”, subrayó Algarbe.

“La iniciativa era que las personas pudieran reconocer beneficios y aspectos negativos a la hora de la práctica. Ninguno de los participantes pudo ver aspectos negativos después de la realización del método”, mencionó la investigadora.

Algarbe logró destacar varios factores que contribuían a un bienestar físico: “Los que realizaban ayuno intermitente con un pequeño déficit calórico lograban un descenso de peso considerable. Tanto investigadores como estudiantes, destacamos que la práctica ayuda a mejorar el perfil lipídico en los análisis químicos en el colesterol y los triglicéridos”.

La investigación arrojó resultados que permitieron comprobar que, en la mayoría de los casos, esto ayuda a las mujeres más que a los varones, ya que mejora la actividad intestinal y reduce la posibilidad de una constipación.

Los profesionales aseguran que el ayuno intermitente se trata de un patrón de alimentación en el que se controlan los períodos en los que se ingiere alimentos y en los que no. “La mayoría de las respuestas reflejaron que se informaron a través de las redes sociales o influencers, entonces pudimos dilucidar la importancia de introducir nuestra especialidad a las nuevas formas de difusión y que no se produzca una desinformación”, apuntó.

La disertante remarcó que los trabajos realizados por los docentes y estudiantes de nutrición buscan mejorar la salud de la población, con la esperanza de obtener una buena calidad de vida. “Salvo las mujeres embarazadas, los lactantes y los niños, todos pueden realizar ayuno intermitente”, finalizó.

Redacción/MGE