Realizaron el primer taller del año de educación canina
Más de cuarenta vecinos, junto a sus mascotas, asistieron ayer a la Plaza del Cerro para socializar y aprender.
Más de cuarenta vecinos de la ciudad de San Luis, junto a sus mascotas, asistieron ayer a la tarde al primer encuentro del año del taller de educación canina que la Comuna ofrece desde el 2020. Durante la primera jornada de actividades los canes realizaron un paseo por el perímetro de la Plaza del Cerro y luego practicaron, junto a sus dueños, comandos básicos de obediencia. “El objetivo de los talleres es que los propietarios aprendan a darles órdenes a sus mascotas sin necesidad de incurrir en la violencia y también evitar el maltrato animal”, indicó el instructor a cargo del grupo, Mauricio Rosales.
Los interesados comenzaron a arribar a la Plaza del Cerro, desde distintos puntos de la ciudad capital, pasadas las 16:30. A medida que iban llegando los ladridos se multiplicaban y el entusiasmo de los asistentes era notorio. El instructor, antes de tomar el micrófono y explicar las actividades que realizarían, se acercó a cada uno de los vecinos para familiarizarse con ellos y sus mascotas. “La idea es que los animales socialicen entre ellos y de esa manera disminuirles la ansiedad”, comentó Rosales.
Entre los vecinos que llegaron para disfrutar de un día al aire libre y sumar herramientas para la educación de sus mascotas estuvieron Nelson Sosa y Myriam Pérez. Junto a su compañía canina Lupin y Quica, respectivamente, realizaron las actividades indicadas por Rosales. “Lupin es cachorro, tiene siete meses y es un buen momento para que aprenda a caminar sin tironear y a obedecer órdenes básicas”, dijo Sosa.
Myriam, docente de profesión y vecina del centro de la ciudad, manifestó sus motivaciones para acercarse a la Plaza del Cerro junto a Quica. “Me gustan mucho los animales, tengo a mi perra y siempre la saco a pasear, pero aprender más cosas para poder manejar su conducta es importante”, dijo. Y agregó: “Mi tarea (de docente) también me demanda conocer estas técnicas para compartírselas a mis alumnos y así concientizar sobre el respeto y el buen trato para con los animales”.
Cuando la caminata comenzó, la ansiedad de los animales disminuyó notoriamente. Los ladridos fueron menos frecuentes a medida que cada vecino con su mascota se iba sumando a la columna que desfilaba por el perímetro de la plaza. “Una parte importante del adiestramiento es que los dueños comprendan que con violencia el animal no aprende. Al contrario, su carácter se torna más peligroso”, explicaba Rosales, y agregó: "Por eso se trabaja con refuerzo positivo, es decir premiando la actitud deseable del animal”.
Una vez que la caminata finalizó, el instructor empezó a impartir las nociones básicas: cómo sostener la correa, qué fuerza aplicar y cuándo, cómo ordenar avanzar o detenerse. “Siempre es un buen momento para aprender, no importa la edad del animal, si el dueño tiene conducta puede iniciar con la educación”, aseguró el instructor.
Para todas las razas. Quica, una de las mascotas que llegaron para aprender, disfrutó de un paseo junto a su dueña, Myriam, y aprendió a sentarse y a esperar por su premio. Foto: Martín Gómez.
La siguiente cita será el próximo sábado, en hora y lugar a confirmar. Podrán sumarse quienes no hayan asistido al primer encuentro, ya que “de los binomios que llegaron hoy se van seleccionando los perros con mejor comportamiento y ellos sirven de guía para quienes se sumen en los próximos encuentros”, afirmó Rosales.
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