Agricultura familiar impulsa la huerta de dos instituciones

Para que cada vez haya más espacios dedicados a la producción de frutas y verduras en San Luis, la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (Safci) de la Nación colaboró con dos instituciones de Villa Mercedes en el armado de huertas, la colocación del sistema de riego, la cosecha y algunas actividades para agregar valor a la producción.

“Empezamos en plena época de pandemia, desde hace un poquito más de un año. Trabajamos junto a Carlos y Nicolás Guzmán, que cuentan con un espacio propio destinado al autoconsumo. Ellos integran el movimiento 'Cuidadores de la Casa Común' y la Fundación 'Luz del Cielo'. Ambas instituciones están apadrinadas por la iglesia Virgen de Luján. Si bien el espacio está ubicado en una zona urbana y la secretaría se enfoca más en áreas rurales, junto a Roberto Fernández, que es el delegado provincial, decidimos brindarles un acompañamiento desde lo técnico”, dijo el ingeniero agrónomo Roberto Luna, que también pertenece a la Safci.

El espacio productivo está ubicado en un terreno que pertenece a los hermanos Guzmán, uno de ellos exconvicto, sobre el predio del ferrocarril en la ciudad. “Decidimos hacer este trabajo fuera del terreno de la iglesia porque habían sacado el cerco perimetral y les iban a robar todo lo que elaboraran”, aclaró Luna.

“Armamos una estructura de microtúneles con hierro y alambres, que están cubiertos con un nylon transparente de 150 micrones, para que se genere temperatura en el período invernal y a su vez pase la luz del sol hacia donde están los cultivos”, explicó el técnico. Y añadió que comenzaron en invierno del año pasado con cultivos de otoño-invierno y siguieron con los de primavera-verano; ahora volvieron a sembrar.

Una gran parte de la cosecha era de lechuga y acelga, en verano obtuvieron tomates y zapallos de tronco, zanahorias y habas. Ahora esperan que se den bien la cebolla y el ajo que les donaron productores de Quines y Villa Mercedes.

“Son dos familias numerosas a las que les alcanzó para consumo propio; tuvieron excedentes, pero decidieron no comercializarlo para donárselo al comedor de la iglesia”, especificó.

El espacio en el que trabajan mide aproximadamente 100 metros cuadrados. “Antes cultivaban sobre el predio de la iglesia, pero les robaron el alambre perimetral y a todo lo que produjeran se lo iban a llevar, así que les sugerimos armar la huerta en este otro espacio. La base está, llevan un año y un poco más, están encaminados y el proyecto tiene un gran potencial de crecimiento”, opinó Luna, y añadió que también “elaboramos salsa de tomate, ya que tenían un poco de producción que les sobró y se pudo aprovechar”.

"Ayer recibieron en el predio la visita del Ministerio de Desarrollo Social, que les llevó un kit de herramientas para que continúen con esta labor”, contó Luna.