La ruralidad va de la pantalla chica a un canal de YouTube
El ciclo que cuenta las historias de quienes trabajan en el campo trascendió, ahora se expande a todo el país y suma cada vez más espectadores. En mayo estrena temporada.
"Estancias y tradiciones" dio sus primeros pasos al aire en Canal 13 de San Luis en abril de 2018. “A través del programa buscamos llegar directo al corazón de la gente con historias reales de quienes trabajan el campo”, explica Fernando Peralta, creador del ciclo que ya cumplió cinco años en la pantalla chica, fue premiado en certámenes nacionales y estrenará nueva temporada en mayo, los miércoles a las 21.
“Tengo una productora televisiva, trabajo con el canal hace bastante y también con otras instituciones. En aquel año hacía otro programa que se llamaba Espacio Cultural y notaba que no había nada local referido al campo”, contó Peralta, y siguió: “Entonces preparé un demo, lo presenté y me lo aceptaron, en un principio solo eran notas locales. Ya hicimos 580 programas. Lo principal es cubrir a productores de la provincia porque sale en el canal de aire, pero ya hace dos años contamos historias en Santa Fe, Mendoza, Córdoba, La Pampa y San Juan, entre otras”.
El equipo de "Estancias y tradiciones" está conformado por Peralta, su hermano Pablo y Fernando Ledesma. El sitio tiene 85.900 suscriptores y 37.249.820 visualizaciones de todas partes del mundo. “En un principio contábamos historias impregnadas con las costumbres y la cultura de San Luis. Cuando nos dimos cuenta de que estábamos mostrándole al mundo lo que pasaba acá, entendimos la magnitud de lo que hacíamos”, expresó Peralta, y añadió que con ellos se comunica gente de todas partes para contar su vida. “Mi número está publicado en el canal de YouTube, así la gente nos escribe, nos conectamos, los visitamos y contamos a qué se dedican”.
Las historias tuvieron, en estos cinco años, tanta trascendencia que también hubo lugar para que pasaran cosas buenas. “Una vez nos escribió un señor de Alemania para decirnos que había visto un programa en el que a una señora le faltaba una salamandra, ella contaba que hacía fuego en el patio y que usaba un brasero para calentarse. Tenía muchos nietitos. Entonces él decidió comprarle una salamandra, la hizo llegar por Mercado libre a mi casa y me pidió que se la llevara”, recordó con alegría.
Además del canal de aire local y de YouTube, el programa sale por DirecTV, Cablevisión, Telecentro, T5 Satelital, Diario 26 y TDA.
“Disfruto llevar adelante este proyecto. Conocer a las personas que están detrás de las historias es hermoso, hay muchas que son conmovedoras, porque producir implica un sacrificio. Nos gusta meternos en el medio del campo, entramos por caminos de tierra y recorremos. Golpeamos las palmas en tranqueras y accedemos. En lo profundo es donde se encuentran todas estas personas que trabajan en silencio. Es gente que no va mucho al pueblo, generalmente son viejitos que disfrutan del campo”, cuenta.
Peralta asegura que hay quienes piensan que tener un campo es contar con escasos recursos, pero “lo que no saben es que tienen una mejor calidad de vida que quienes residen en la ciudad y que gozan de la comodidad de ir por sus alimentos a un supermercado. Ellos comen gallinas sin conservantes, obtienen huevos sanos, elaboran quesos, hacen manteca y dulce de leche. No les falta nada. La mayoría además produce hortalizas en sus huertas o tienen frutales. Esa es una cotidianidad envidiable. La mayoría solo sale de sus casas a comprar yerba, azúcar y harina”.
El productor televisivo cuenta que durante una de las últimas notas que hizo le preguntaba a una señora cómo es un día de su vida. “Ella me contaba que vivir en el campo es como estar en un paraíso, que ellos cada vez que salen de su entorno quieren volver enseguida, huir de los bocinazos, de los gritos, de los insultos y del aire viciado de la ciudad”.
Peralta también opinó que la mujer rural cumple un rol importante, “si no fuera por ellas, el hombre de campo no podría lograr nada. En una familia numerosa el padre se va a trabajar en la cosecha o a llevar ganado de un lugar a otro, y está afuera. La mujer se queda y trabaja un doble rol en los campos para traer la plata a la casa, y además son madres. Ellas enseñan lo esencial para sobrevivir, trabajan a la par, antes estaban más abocadas a la familia, pero de a poco van visibilizando ese lugar que les pertenece. Cumplen un papel fundamental”.
Cuando los realizadores están por llegar a un establecimiento, cuenta Peralta que lo primero que hace es levantar el dron, “hacemos una toma de la camioneta llegando al campo. Después tomo la cámara y hago planos en detalle, de todo, mientras Fernando acompaña y graba a los anfitriones en sus actividades diarias. Después nos juntamos y hacemos las entrevistas, los dos hacemos todo", aseveró, y reconoce que, aunque muchos piensen que ganar un Martín Fierro es lo más importante, “nosotros tuvimos una tercera nominación este año, y aunque no ganamos la estatuilla, recibimos el Faro de Oro en Mar del Plata, y el Quijote de Oro. Considero que estar nominados ya es un placer que no se compara con nada”.
Peralta tiene 55 años, empezó a los 8 con su papá, que era fotógrafo. “Aprendí a sacar fotos y encuadrar, tenía un laboratorio que imprimía en blanco y negro. Recuerdo que cinco colegas llevaban sus fotos, bajaba al sótano, cortaba el negativo en la oscuridad, lo guardaba en un tubo y les entregaba la cámara. A la siesta revelaba y cortaba. Cuando mi viejo abría el negocio a las 17, les entregaba el sobrecito con las fotos. Amo mi profesión”, concluyó.


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