Los devotos del Cristo de Renca pudieron cumplir la tradición

Luego de los dos años que la pandemia impidió la tradición del Cristo de Renca, este martes a partir de las 10:30, el obispo Gabriel Barba por fin pudo presidir la misa principal donde más de 6.000 feligreses lo acompañaron y rezaron junto a él y al párroco Jorge Orellano.

Como marca la tradición, al finalizar la celebración religiosa la imagen del Cristo milagroso pudo recorrer las calles del pueblo, como marca la centenaria costumbre, y todos los que llegaron a venerarlo pudieron tocarlo o simplemente persignarse ante su paso para sentir la emoción de verlo otra vez cerca suyo.

La gente llegó este martes hasta el santuario caminando, en bicicletas, vehículos y también a caballo.

En un momento cuando el monseñor Barba terminó con el ritual, se acercó a los periodistas y dijo que “hoy hemos expresamos nuestra fe un poco contenida durante la pandemia pero tan viva como siempre”. También se mostró muy contento porque “ha venido muchísima gente, aunque nosotros los acompañamos siempre durante la pandemia a la distancia y juntos rezamos. Pero ahora el pueblo una vez más como siempre está en la calle junto al señor de Renca”.

Sobre su primera experiencia compartiendo esta fiesta con la gente, dijo que “es la alegría de la tradición que durante cientos de años esto se viene repitiendo. Es un tesoro del pueblo de San Luis que necesitamos cuidarlo, conservarlo y que las nuevas generaciones ojalá sientan lo mismo que hoy sienten sus padres y sus abuelos”.  

También el cura párroco Jorge Orellano se mostró muy contento por la celebración y se animó a dar un balance de los tres días: “Aunque los dos años anteriores lamentablemente no se pudo hacer, aunque sí pudimos transmitirla y la gente desde sus casas lo pudo seguir. Pero no es lo mismo estar aquí presente porque es lo que la gente quiere. Esto hace que los fieles renueven su devoción al Cristo de Renca”.

Orellano agregó: “Estamos muy contentos por la cantidad de gente y porque todos han podido participar”. También recordó que como todos los años la Novena arrancó el 27 de abril, “donde mucha gente se acercó a participar, pero estos últimos tres días han sido muy intensos porque muchísima gente se acercó y eso fue muy emocionante para todos”.

Y recordó que el pedido que más se escuchó por parte de los feligreses fue la salud: “Han pedido y agradecido por tener salud. Y también se pidió mucho por la lluvia, porque esta es una zona rural que depende del agua para progresar”.

Según la Policía, hasta la hora de la ceremonia religiosa unas 6.000 personas habían ingresado al pueblo; mientras que el día de mayor concurrencia fue el domingo, con más de 22 mil visitantes. Sumando los tres días, siempre según el cálculo de las fuerzas de seguridad, más de 30.000 personas pasaron a saludar al Cristo de Renca.

Redacción/MGE