Guillermo Mazzola presenta su disco "Quemar": el fuego por dentro

A través de un grupo de canciones de rock and pop, Guillermo Mazzola recorre diferentes reflexiones sobre los tratos, los afectos, su intimidad y sobre sí mismo. "Quemar" es el primer álbum solista que desarrolló íntegramente durante la cuarentena, un momento que le sirvió para priorizar su pasión por la música e inspeccionar su interior para entregarlo, ya masticado, al mundo. Los temas están disponibles en todas las plataformas digitales, mientras se prepara para presentarlos este mes en el bar Sherlock, en el abierto de poesía.

Guillermo atravesó su adolescencia de manera turbulenta  —"como la mayoría de los jóvenes", teorizó—, un momento en el que se sentía presionado por la escuela y sus padres. Fue ahí cuando encontró refugio en las letras y la música de Ricky Espinosa, caótico líder de Flema, que le sirvieron de inspiración para crear poesía y transformarla en canciones. “En él y en su grupo descubrí que había una persona que podía decir lo que a mí no me salía y dejé de sentirme solo”, recordó.

En su casa siempre hubo mucha música; sus papás escuchaban de todo, tocaban la guitarra y cantaban. “Creo que es algo que todos hacemos, aunque sea en un bar o en alguna salida. Todos, todas terminamos cantando porque es algo liberador”, soltó. 

En ese momento, Guillermo comenzó a meterse de lleno en ese mundo creativo. Armó e integró varias bandas, hasta que a los 16 años conoció a Nahuel Palma y a Javier Olguín que estaban formando la banda La Estanciera, recordada en el ambiente provincial.

Con ellos estuvo dos años, hasta que decidió irse a Rosario para estudiar música. Cuatro años después regresó a San Luis. “En el medio falleció mi mamá. Fueron unos años oscuros. Tuve que buscar una forma de generar ingresos y la música la mantenía, pero puertas adentro. Recién ahora, hace unos dos años, retomé la actividad como algo más productivo y para mostrar”, contó el artista.

“'Quemar' puede tener muchas interpretaciones. Calculo que prácticamente todos los que hacen una obra, o por lo menos yo, piensan en que la persona que la va a escuchar se la pueda apropiar, que deje de ser de uno. Ahí es cuando la canción toma vida. Personalmente, el disco tiene que ver con 'La divina comedia', de Dante Alighieri; con bajar al infierno a quemar un poco todas esas cosas impuestas o autoimpuestas que en el fondo no tienen que ver con nosotros y sí con intereses, como el capitalismo más que nada”, reflexionó.

Agregó que luego de la pandemia, la sociedad está en un momento crítico. “Estamos buscando respuestas, contención, y lo que venía existiendo no nos lo da. Los mensajes de la música de antes empiezan a quedar como de otra época. Todas las personas que estamos haciendo arte de manera independiente tenemos un momento, una responsabilidad y una oportunidad de empezar a generar esa contención. Hay que hablar de las cosas que están pasando, de las demandas que tenemos como sociedad y mostrarlas, porque si no lo hacemos el sistema tiene preparadas otras cosas para reprimirnos, callarnos y decirnos qué pensar”.

Redacción/MGE