Advierten dificultades para renovar stock en ferreterías

Comerciantes de rubros afines a la ferretería, venta de insumos eléctricos y sanitarios verifican dificultades para renovar los volúmenes de stock. Es que las empresas dedicadas a la importación y distribución de tales productos comenzaron a retacear entregas y eliminar facilidades de pago ante la incertidumbre financiera generada por la presión devaluatoria.

La información se desprende de un sondeo que concretó El Diario de la República en locales de la capital. El dueño de un negocio de avenida Centenario, Pascual Luna, coincidió con la presencia de estos obstáculos y aseguró que los proveedores remarcan los precios hasta tres veces por semana. Todo a instancias de especulaciones con el dólar.

Usualmente, la operatoria para renovar la mercadería en empresas pequeñas consta del pedido de los materiales necesarios y el posterior pago a 60 o 90 días. Pero desde las últimas cuatro semanas, el panorama ha sufrido drásticos cambios. “Ahora requieren pago adelantado y si hago un pedido de 100 cajas de un determinado producto no me mandan más de la mitad. Se están cubriendo ante una eventual devaluación”, dijo Luna.

Las subas que se verifican, que otrora se hacían cada dos o tres meses y ahora se registran varias veces por semana o incluso en un mismo día, implican incrementos que oscilan entre el 10% y el 25%. “Tratamos de asumir algunos aumentos de alguna manera para no volcarlos a la venta en el mostrador, pero con esta situación se complica bastante ya que las actualizaciones se ven casi todos los días. Algunos artículos tienen hasta un 25% de aumento de una semana a la otra”, indicó el propietario de una casa de insumos eléctricos de avenida España, Carlos Luna.

La venta directa al público no se ve totalmente dañada, pero los presupuestos no tienen validez más allá de los cinco días. En donde sí se exhiben problemas para cumplir con las entregas en tiempo y forma es en la venta mayorista. “Hay operaciones por grandes volúmenes que ya han sido facturadas, pero a la entrega de los productos la hemos tenido que hacer en etapas, según lo que nos mandan los proveedores. Es una situación desagradable tener que presionar a los proveedores y cumplir de forma segmentada con los clientes”, aseguró.

“Para mí aumentan por las dudas, para cubrirse”, dijo Osvaldo Sedano, dueño de una casa de venta de sanitarios e insumos de construcción ubicada sobre avenida Juan Gilberto Funes. Opinó que todas las semanas se encuentra con subas en los valores y reconoció que los clientes se enojan, pero destacó que para renovar la mercadería tiene que ponerse en consonancia con los aumentos.

Sedano y Pascual Luna coincidieron en que las mayores dificultades se verifican a la hora de acordar la forma de pago. Más allá de la eliminación de los plazos, recordaron que antes armaban promociones y bonificaciones en compras de grandes volúmenes. Nada de eso existe.

Dante Garamendi, encargado de una casa de artículos electrónicos, aseguró que la venta al público no se va a cortar porque es la forma que tienen para cubrir los gastos corrientes, ya sean impuestos, facturas de servicios, sueldos, etcétera. Lo cierto es que si la situación se extiende por algunas semanas más, el stock se reducirá y el cuello de botella se achicará cada vez en mayor medida.

“Si esto no se soluciona, en cuatro semanas liquido los productos que tengo y me quedo sin nada para vender”, apuntó Pascual Luna.

Todos los referentes consultados subrayaron que la normalización del contexto depende de decisiones que se puedan ejecutar en el plano macroeconómico. El meollo está ligado a las importaciones ya que muchos artículos del rubro no se producen en el país.

Redacción/MGE