alida nocturna de fin de semana al centro de la ciudad capital deberá pensar en un gasto extra e impensado si va en vehículo. Además de algo para comer y tomar, deberá tener en cuenta un arancel por estacionamiento autoimpuesto por los conocidos como trapitos.
En los alrededores de la escuela Lafinur, en Chacabuco, Bolívar y Lavalle, están instalados los cuidacoches que como primera opción ofrecen el lavado del auto. Luego de rechazada esa oferta, viene la otra propuesta: ¿Se lo cuido? Dado el sí y la promesa de contribución, ya es tiempo de disfrutar de la cena.
El problema es a la vuelta. Sin haber avisado y cuando el conductor o conductora le da el dinero por el cuidado, se enterará que hay una tarifa: "Esto no es a voluntad, porque para eso me quedo en mi casa. Cuesta doscientos pesos", dice el joven que ostenta un chaleco refractario y descansa a mitad de cuadra. De día, el estacionamiento medido que dispuso la Comuna es de 24 pesos la hora. Pero a la noche la reglamentación escapa a las ordenanzas municipales.
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