La belleza de la creación
Identidad y ambiente son los temas de la obra que Neda Olguín exhibe en España, en una muestra sobre la naturaleza.
Artistas de todo el mundo recrean en sus obras la naturaleza en una muestra que tiene como propósito recordar que el lugar que sostiene a la humanidad es único y mágico, como el instante de la creación. Con ese leitmotiv, "Arte en la naturaleza II", una muestra que se presenta durante todo el mes en el Museo de la Naturaleza de Cantabria, en España, tiene como participante a la puntana Neda Olguín Frontini, con su obra “Detener el tiempo”.
En total, 43 artistas de diferentes países, culturas y realidades componen la pieza detrás de una sola vocación: homenajear a la naturaleza. Entre ellos está la obra de Neda, relacionada con el origen, el territorio y las identidades latinoamericanas. “Esta obra viaja desde Latinoamérica hacia España, un país que nos colonizó, entonces en ese cuadro están representadas unas semillas de algarrobo, hay trazos de grafito y de pigmentos de nuestras tierras. Creo que es muy significativo cómo se dio nuestra historia, no solo por la identidad, sino también por lo ambiental, lo de trabajar con el recupero de los bosques nativos o de pensar cómo nos relacionamos con la tierra”, explicó.
Para Neda es muy importante participar de la muestra porque está relacionada a la temática de toda su obra. "Destaco que fueran Andrea Juan y Gabriel Penedo, curadores de la exhibición y quienes llevan adelante un programa de arte en Cantabria, quienes se pusieron en contacto conmigo desde España para invitarme”, contó.
La obra está realizada en técnica mixta, su resolución es digital y tiene dibujo sobre papel, pigmentos naturales y elementos de la tierra como las semillas del monte nativo de la región puntana. “No pude viajar a España, pero envié el material de manera digital y ellos se encargaron del montaje”, comentó.
"Detener el tiempo" es parte de una serie de acciones sensibles que Olguín se dispuso al caminar y representar mediante grafías el territorio en el que vive. "Es un trabajo autoetnográfico que une el dibujo, el grabado y la recolección en un intento de comprender nuestra identidad y rescatar saberes que aporten a nuestra coexistencia ecológica", indicó.
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