Agradecimientos varios

Fue apacible el domingo en Comuna cuando en el escenario se presentó por primera vez en San Luis Bestia Bebé. Sesenta minutos de show, la gente suficiente para armar una gran ronda de amigos y una feria que ofreció desde stickers hasta pickles saborizados con cannabis contribuyeron para que el Ritual Picnic, que ya es un clásico de los fines de semana en la zona sur, tuviera una edición más.

La presencia de la banda de Boedo cerró una noche muy tranquila con gente que disfrutó de los productos ofrecidos en la feria, el aire libre del patio de Comuna y las cervezas en el bar armado especialmente para escuchar la banda. Algunos aprovecharon las últimas energías del fin de semana de septiembre para jugar al ping pong o comer una buena hamburguesa.

Cinco minutos después de las 21, Tom Quintans y sus amigos subieron al escenario y pidieron que apaguen todas las luces del lugar menos las pequeñas que iluminaban sus instrumentos. Al verlos sobre el escenario, luego de escuchar en la previa una selección de canciones de bandas como Embajada Boliviana y otros derivados del punk, un grupo se acercó hasta pocos metros del escenario para acompañarlos más de cerca. Otros decidieron verlos de lejos, cerca de la puerta, sentados en las banquetas o en la continuidad del recorrido de los stands.

Con el show en San Luis, el cuarteto cerró una gira cuyana que había comenzado el viernes.

 

Como la mayoría de las bandas que llegan por primera vez a la provincia, los músicos mostraron canciones de sus cuatro discos de estudio en un repertorio sin muchos intervalos, poca interacción, la justa y necesaria, y una conexión entre ellos de risas, miradas cómplices y guitarras que congeniaron bien con la batería.

Si de clásicos se trata, Tom y sus secuaces decidieron abrir el recital con "Jóvenes y viejos”, una canción que salió en 2015 dentro del disco “Jungla de metal 2”.

Pero la gira de la banda, que seguirá su rumbo por Buenos Aires y Córdoba durante octubre, tiene la excusa de presentar el último trabajo titulado “Gracias por nada”, por lo que combinaron las canciones antiguas con las nuevas como “El podio del TC” o “El fin del mundo”.

Melancolía, amores desabridos, amigos que se van y el barrio que se extraña son algunos de los temas que prevalecen en la lírica de Bestia... y que le dieron nostalgia y energía a la noche puntana que tuvo un público con poco pogo y casi nada de celulares en la mano.

La gente se dedicó a demostrarle el amor a la banda desde la plena atención y otros los admiraban sin sacarles la mirada de encima a los músicos que tienen como mayor atractivo su simpleza.

Un fan enloquecido que no paró de cantar (por momentos fue el único que lo hacía) llamó la atención del cantante que le dedicó uno de los últimos temas del recital.

Los abrazos, los pedidos y la energía dominguera quedaron en el tramo final del recital con temas conocidos de la banda como “Sabés!”, “Lo quiero mucho a ese muchacho”, “Un documental sobre mí” y el barrial “Chico de Boedo”.