Terminó la siembra de maíz y la lluvia favorece su evolución

 La lluvia de los últimos días permite mantener en buen estado los planteos tardíos de maíz en San Luis, junto a los sembrados de manera temprana. En total, cubren una superficie de 354 mil hectáreas en toda la provincia, once mil menos que la campaña anterior, según el último reporte de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).

El lento egreso de las lluvias a la provincia podría salvar gran parte de la campaña del maíz, ya que la de la soja fue muy castigada por la sequía, al igual que el trigo, que rindió el peor promedio de los últimos siete ciclos.

Se estima que el área destinada a maíz temprano en San Luis, sembrado antes del 1° de noviembre, representaría un 12% del área total, mientras que el 88% restante correspondería a maíz tardío, implantado después de esa fecha, según la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCC).

Hacia fines de diciembre se asomaban los primeros lotes en etapa reproductiva del maíz sembrado en fechas tempranas, mientras que el maíz tardío atravesaba la etapa vegetativa. Según el mismo informe, las condiciones del cultivo en la provincia eran variadas hacia fines de diciembre, encontrándose casi el 70% entre parámetros de buen a excelente estado y el resto, entre regular y malo. Aunque en el documento figura que las condiciones podrían empeorar, debido a que podría producirse estrés hídrico por falta de agua y térmico por temperaturas elevadas, los pronósticos son optimistas: aseveran que las lluvias que acumula enero indican buenas condiciones para el cultivo, especialmente en el Valle del Conlara, durante los próximos días.

Un panorama diferente reportan los productores del Departamento Pedernera, donde quedaron muchos lotes sin sembrar porque nunca tuvieron humedad suficiente para sembrar.

El maíz juega un rol muy importante en la provincia, ya que no solo en la rotación posee efectos benéficos para el suelo y para los cultivos posteriores, sino que el 70 por ciento de la cosecha lo absorbe la industria de los jarabes, el bioetanol, las granjas porcinas y los feedlots.

Según datos de la industria local, desde 2012 la producción de maíz en la provincia tiene un promedio de un millón y medio de toneladas por año, mientras que la cosecha del ciclo anterior registró una suba del 11%, pero fue del 14% respecto de las últimas cinco campañas.

Con más de 800.000 toneladas de consumo por año, la relación consumo interno/producción local supera el 50%, versus el 33% que tiene el país, según comparó la misma fuente.

“Existe potencial para seguir incrementando el agregado de valor local, como la molienda seca, bioetanol, producción de carnes (aviar, porcina y bovina), industria láctea, alimentos balanceados e insumos para nutrición animal”, expresó en un reciente informe el exgerente general de Glucovil, Marín André. Además, consideró que la cadena de maíz representa una oportunidad para generar valor económico y empleo, priorizando el fortalecimiento del mercado interno y una mayor inserción internacional de la producción agroindustrial y cárnica.

Redacción / NTV