Responsabilidad afectiva

La responsabilidad afectiva (RA) en estos tiempos es algo que para muchas personas es desconocido y para otras es una palabra que está de moda. Se puede decir que su significado toma mucha importancia, siendo uno de los puntos para tener relaciones sanas con los demás y con uno mismo, y de esta manera somos responsables con nuestras propias emociones y con el resto.

La RA es un valor personal en el cual somos conscientes de lo que hacemos y decimos, donde nuestra manera de accionar tiene consecuencias emocionales positivas o negativas en los demás, y muchas veces hacemos daño sin saberlo.

En las relaciones es importante tener presente la empatía y sinceridad, sin importar que la relación esté en un marco sin títulos o libre de etiquetas es exactamente bajo estas relaciones donde hay una ausencia de compromiso formal y las emociones de la otra persona no son consideradas. Muchas veces pensamos que no hacemos el mal, pero en realidad sí.

Te invito a responder estas preguntas para acompañar este espacio.

¿Cómo estoy siendo en mis relaciones sin título?

¿Estoy pensando en sus emociones?, ¿qué valores tengo como persona?

¿La RA tiene menos valor en las relaciones sin título?

Podemos decir que la base de todo vínculo, ya sea de amistad, familiar o pareja, es la responsabilidad afectiva, el respeto hacia la otra persona, la comunicación asertiva para encontrar el consenso. Entonces, te pregunto: ¿Qué emociones reconocés cuando hablás de este tema?

Para responder eso, primero debemos comprender qué es responsabilidad afectiva:

Compartir diálogos y sentimientos con sinceridad.

Construir los caminos que vamos a seguir en nuestra relación, fijando y cumpliendo acuerdos entre dos.

Usar siempre una comunicación asertiva, dejando los pasivos o autoritarios.

Cuidar y respetar mutuamente los deseos y necesidades del otro sin dejar los nuestros, y dejando las imposiciones.

Empatía, porque nuestras acciones tienen consecuencias en el otro, ser consciente de mis acciones antes de actuar; podemos reflexionar cuáles son las consecuencias de las cosas que digo o hago.

Crear espacios de escucha activa que sean considerados como una práctica en la cual no entren los juicios de valor, creencias limitantes que puedan afectar a la construcción del vínculo.

Aceptar los conflictos en el vínculo diario, porque tener conflictos es parte de aprender a vivir con esto y es saludable, no está bien si evitamos los conflictos o los generamos siempre, no son indicadores de una buena responsabilidad afectiva.

Espacio de reflexión:

Si tu hijo tuviera un vínculo donde hay ausencia de RA de parte de la otra persona, ¿qué consejo le darías?

¿Cuál es el denominador común de los últimos conflictos que has vivido?