La Iglesia recaudó fondos para la Escuela de Diaconado

La solidaridad nuevamente abrió pasos en la diócesis de San Luis. Durante el fin de semana se concretó una colecta imperada en favor de la Escuela de Diaconado Permanente, para colaborar con los futuros diáconos.

De acuerdo a lo que explicó el referente de prensa del Obispado, Javier Aguiar, todas las parroquias y capillas tienen en sí una recaudación, que es el momento en el que se pasa la canasta -durante la misa- y los fieles depositan en ella una ayuda económica a voluntad. Usualmente, ese dinero se destina para el sostenimiento de las comunidades, pero en el caso de las de tipo imperadas, que son especiales, la mayor parte de lo que se junta se deriva a un fin específico. Esta vez, se hizo por la formación de los servidores de Cristo.

“A lo largo del año hay distintas colectas a nivel nacional y diocesano. Está el ejemplo de ‘Más por Menos’, la de Cáritas; y las hay a nivel internacional para sostener misiones en África o Tierra Santa. A nivel local también hay imperadas, donde una vez al año se destinan para obras de misión, el seminario, o en esta oportunidad, para la Escuela de Diaconado Permanente”, puntualizó.

Si bien al momento no trascendió el total de los montos recaudados, lo cierto es que la campaña despertó entusiasmo y empatía entre los fieles, quienes aportaron su grano de arena a una iniciativa de formación y espiritualidad que emprendió sus pasos hace dos años a nivel provincial.

Sobre el diaconado

El orden del diaconado (N° 1.554 del Catecismo de la Iglesia Católica) está destinado a ayudar y servir a los obispos y presbíteros. La doctrina establece que el grado de diaconado es un grado de servicio, que viene establecido desde el tiempo de los apóstoles, según lo atestiguan los Hechos de los Apóstoles y la Carta de San Pablo a Timoteo.

En San Luis, la formación de diáconos tiene una historia reciente. Fue uno de los principales ejes que impulsó el obispo, Gabriel Barba, desde su llegada al territorio puntano. Y aunque antes de la creación de la escuela ya había dos diáconos permanentes que habían venido de otras provincias, era una brecha inexplorada (mientras que en otras diócesis ya estaba afianzada).

En la jurisdicción, pueden discernir la búsqueda los varones de entre 35 y 60 años, casados, célibes, viudos, que puedan sentir el llamado en el sendero de la vocación. El 25 de noviembre hubo una jornada de discernimiento en el Seminario San José y San Miguel Arcángel, y en las últimas horas se conoció que 5 personas de Merlo, Carpintería, Juana Koslay y San Luis que ya transcurrieron el año introductorio comenzarán su formación académica y espiritual en 2024 (se suman a otros 2 varones que ya iniciaron este proceso en 2022).

La función de los diáconos se puede resumir en una triple dimensión. Por un lado, la palabra de Dios, porque dentro de sus actividades a desarrollar a nivel pastoral están la proclamación del Evangelio y la predicación, al igual que el sacerdote y el obispo.

La segunda misión es la liturgia, donde participa en diferentes actividades durante la misa. Y el tercer segmento es el de los sacramentos; el bautismo y el casamiento son propios al diaconado. Otro sacramental es el bendicional (el diácono tiene la facultad de bendecir todo), además de los oficios de difuntos.

En la escuela puntana tienen a San Francisco como el santo patrono, porque representa la muestra más cabal de entrega de servicio y amor por los bienes de la Iglesia (se entiende que es el pueblo de Dios el mayor bien), es la imagen absoluta de Cristo siervo.

Redacción/MGE