Vuelan alto: el Aeroclub cumplió 80 años en el fomento de la aviación

Desde 1943, hay hombres y mujeres que miran hacia arriba y habitan los cielos de la ciudad. El Aeroclub Villa Mercedes cumplió este sábado ochenta años de una historia que tuvo altos y bajos, pero que se mantiene vigente para fomentar la aviación civil como una profesión, como una actividad económica, como un entretenimiento y, por supuesto, como una pasión.

Fue un 16 de diciembre la fecha en la que conformaron la primera comisión de una organización que no persigue fines de lucro. "Se creó con la finalidad de ser un semillero en la zona", definió el actual presidente, Federico Carrasco, quien sostuvo que probablemente haya sido uno de los primeros clubes de este tipo en todo Cuyo y prácticamente el único que conserva sus tareas de vuelo en la provincia.

A lo largo del tiempo, consiguieron imantar a todo profesional o aficionado que sentía curiosidad por los aviones, sobre todo en una localidad que tiene un vínculo muy estrecho con la V Brigada Aérea. Luego también se convirtieron en un centro de formación para nuevos pilotos, entre los que lo hacen como pasatiempo y los que lo toman como primer paso para iniciar una carrera en aerolíneas comerciales.

Una particularidad es que en 1954 egresó de allí la primera mujer en recibir el carnet para comandar vuelos civiles en Cuyo y la segunda de todo el país, Hilda Simonetti, una vecina del barrio Estación.

"Es un club que tiene muchísima historia. Lamentablemente estuvo mucho tiempo abandonado, entre diez y doce años, hace una década atrás. Entre cuatro o cinco compañeros lo quisimos reflotar y en la actualidad ha tenido un gran crecimiento", recordó.

En el día de hoy, la institución cuenta con 82 socios activos, quienes hacen un aporte para solventar las actividades aeronáuticas y sociales que realizan en las instalaciones ubicadas entre la ruta 8 y la 33. Aunque, en realidad, el mayor sustento se logra con el trabajo de todos. "Todos hacemos algo, desde limpiar hasta cortar el pasto. Y eso, aunque no parezca, es un ahorro que nos permite que la economía sea transparente y prolija y no tengamos deudas con nadie", aseguró Carrasco.

El presidente reconoció también que la crisis que vive el país y el incremento del dólar impactan directamente en los servicios que ofrecen para quienes usan las aeronaves y la pista de aterrizaje para entrenar sus maniobras.

"Cuando tenemos estas devaluaciones siempre se frena un poco la actividad, porque el combustible que utilizamos no se hace en el país, sino que se trae de afuera. Pero aun así, tratamos de tener la hora muy al costo porque se hacen muchísimos sacrificios para poder pagarla y no es nuestra idea poner cifras exorbitantes que alejen a la gente", aseguró.

Gracias a los cursos, los vuelos de bautismo y los festivales aéreos que organizan todos los años, han logrado acercar a cada vez más personas y ampliar al público a un rubro que siempre se consideró muy exclusivo. "Empezamos siendo muy poquitos y con el correr del tiempo se sumaron cada vez más", manifestó.

Redacción/MGE