La nieves del tiempo
Rodolfo Ranni y Nancy Anka trajeron a la provincia una obra de amores perdurables y vaivenes emocionales.
La demostración de tesón actoral y carácter artístico de Rodolfo Ranni para, a los 85 años, mantener durante casi una hora y media una obra de teatro de un solo diálogo y con una única compañera es la mayor razón por la que habría que ver “Pacha y Delia”, la obra que el fin de semana santo giró por la provincia con funciones en Merlo y San Luis.
La potente voz todavía intacta del actor, su porte fortachón y su experiencia en los escenarios llevaron adelante la pieza en la que está cercanamente apuntalado por Nancy Anka, notable en el papel de Delia y atenta a sobreponerse de algunas salidas del guión.
Ranni interpreta a un veterano bailarín de tango que vuelve a Buenos Aires luego de dos décadas en París para recuperar el amor y la labor profesional de quien fue su compañera hasta que decidió no emprender junto a su pareja la aventura europea. Los motivos de su negativa se van develando (y modificando) a lo largo de la trama.
Las pérdidas, la nostalgia, el amor, la salud, la distancia, el arte, la muerte, el reencuentro y la especial convivencia de una pareja de artistas son los temas en los que “Pacha y Delia” ahonda con algunas dosis de humor repartidas en partes iguales entre los actores, quienes tienen la habilidad de no perder en ningún momento el perfil dramático de la pieza.
Acompañados por un público que supo agradecer la llegada de la dupla actoral, Ranni y Anka recibieron los aplausos y devolvieron esa generosidad en las palabras finales del actor, tras el saludo de despedida. “El teatro es imposible sin los espectadores, porque son los que hacen posible esta magia”, sostuvo el experimentado artista, quien concluyó su breve monólogo con la exaltación del poder sanador del teatro.
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