El Municipio destruyó 384 caños de escape adulterados

En el corralón municipal se realizó este viernes la tercera compactación de caños de escape adulterados de motos, que fueron decomisados en los distintos procedimientos que llevó adelante el Cuerpo de Inspectores municipales de la ciudad de San Luis.

En esta oportunidad fueron 384 caños y las autoridades municipales informaron que ya suman 1.138 desde que comenzó la gestión de Sergio Tamayo.

En el predio ubicado en la esquina de Jujuy y 25 de Mayo el intendente Tamayo agradeció a los vecinos que se preocupan por este tema “porque ellos nos van alertando dónde se juntan las motos con escapes adulterados. Después esto continúa con el trabajo de los inspectores municipales que lo hacen en conjunto con la Policía de la provincia”.

El jefe comunal destacó que “de esta manera colaboramos mucho con la sociedad porque ese ruido completamente molesto que genera el escape adulterado, también perjudica a las personas con autismo donde el ruido y las explosiones de ese caño de escape hacen muchísimo daño. Igual que a las mascotas”.

Y aclaró que “los talleres mecánicos hacen su trabajo porque ellos instalan estos caños para las motos de competición, pero no están autorizados para las motos de calle”.

También participó de esta compactación el juez de Faltas municipal, Alejandro Ferrari, quien señaló que “es muy auspicioso este trabajo mancomunado porque es un paso adelante en el cuidado del medio ambiente de la ciudad y para la tranquilidad de los vecinos”.

Respecto del procedimiento explicó: “Es el normal de retención de un vehículo por estas circunstancias que muchas veces está ligada también a falta de documentación, a la no contratación de un seguro y a la falta de chapa patente. A la persona se le retiene la moto y luego tenemos la obligación es decomisar el caño de escape adulterado”.

El magistrado dijo que “para recuperar el vehículo se debe pagar la multa y para volver a la vía pública debe instalarse el caño de escape de fábrica como lo establecen las reglamentaciones”.

Ferrari señaló que el valor de la multa por este incumplimiento es de 10 mil pesos y resaltó que se detectan muchos reincidentes: “En no menos de cien casos se repite la misma contravención porque ya le hemos decomisado otro caño de escape. Sorprende que vuelvan a hacerlo por el altísimo valor que tienen estos materiales”. El funcionario judicial explicó además que en caso de ser reincidente el costo de la multa se duplica.

También recordó que la ordenanza municipal establece la prohibición de circular con caño de escape adulterado “porque se violenta la cuestión del nivel de ruido tolerable y alteran la tranquilidad que toda comunidad necesita”.

Redacción/MGE