Reclamarán la ley de Reparación Histórica con una marcha LGBTIQ+

El miércoles, mujeres trans y travestis de todo el país se unirán nuevamente para pedir que el Estado apruebe la Ley de Reparación Histórica, que impulsan hace ocho años, con el objetivo de exigir por los años de persecución sistemática que han padecido, tanto en la dictadura militar como en democracia, con los llamados edictos contravencionales. De San Luis, se sumarán a la convocatoria 60 mujeres trans activistas transfeministas, que a su vez pedirán por los derechos de la comunidad y una salud integral trans. La concentración será a partir de las 15 en Casa Rosada y a las 16 marcharán hacia el Congreso de la Nación.

“Por más que impulsemos una ley también vamos a debatir en un taller general con nuestres hermanes sobre esta vida que nos ha tocado pasar y ver por qué necesitamos esta reparación. Eso hicimos en nuestro queridísimo Encuentro Plurinacional, donde luchamos y peleamos por todas nuestras demandas y las necesidades del colectivo LGBTIQ+”, contó Zayra Guzmán, referente provincial de la corriente nacional “Lohana Berkins”, en diálogo con El Diario de la República.

Guzmán mencionó que esta marcha es algo histórico para ellas y de esta manera demuestran la capacidad de lucha que tiene el colectivo. “Nos reunimos porque vamos a pedir por esta reparación para que les compañeres de más de 40 años puedan acceder a una ayuda social. Tiene que haber una igualdad de condiciones con todas las personas, hay mujeres que no han podido acceder a las escuelas hasta el día de hoy ni tampoco a la salud; son derechos básicos fundamentales que debería tener el colectivo”, explicó.

El proyecto reclama una pensión reparatoria y un acompañamiento en salud integral para una vejez digna. A su vez, también exige que se cumplan los derechos vigentes y que se efectivice el cupo laboral trans en todo el país: “La expectativa de vida de una compañera travesti trans no pasa los 35 o 40 años de edad. Entonces, la que pasó los 40 es una real sobreviviente con su silicona líquida puesta en su cuerpo, que es un veneno explosivo que en cualquier momento detona. En otro momento, esa era la única forma para poder moldear los cuerpos y poder salir a trabajar a la calle, porque era la única opción o producto vendible para los hombres”, aseguró Guzmán.

La referente remarcó que en San Luis el cupo laboral trans es casi un hecho y que lograron romper barreras que las invisibilizan y marginan. “Creemos que es una provincia modelo porque no solamente contemplamos que les compañeres hayan recibido una ayuda económica creada mediante programas de la Secretaría de la Mujer, sino que también han ingresado menores de 40 años a trabajar en los ministerios de Gobierno. Eso fue un grandísimo logro y actualmente tenemos compañeres que se postulan para bancas políticas, algo que antes no se vio”, dijo.

El pedido que llevarán desde San Luis será que se cumpla el artículo 11 de la Ley N° 26.743 sobre el Derecho a la Identidad de Género, que establece el derecho a todas las personas mayores de 18 años de garantizar el goce de su salud integral, acceder a intervenciones quirúrgicas totales y parciales, y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo, incluida su genitalidad, a su identidad de género autopercibida, sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa.

Ana Rojas representa a las adulteces trans autoconvocadas de San Luis. Graficó la realidad que viven con respecto a la Salud Pública. “Vamos a tener una reunión con el ministro de Salud de la Provincia porque necesitamos respuestas concretas para las compañeras que están muy enfermas y no pueden esperar más. El año pasado murieron tres a causa de la silicona líquida y hay otras que no solo se enferman por eso, sino que tienen VIH, hepatitis y muchos problemas más. Tenemos compañeros trans y homosexuales que también pasan por lo mismo”, aseguró con desilusión.

La mayor problemática que sufren es que necesitan drenarse la silicona líquida, que con el pasar de los años se expande por todo el cuerpo y comienza a producir dolores crónicos. Por eso, Rojas subrayó que requieren urgente un médico especialista en ese tratamiento y la garantía de acceso a las distintas operaciones quirúrgicas. “Es un veneno silencioso que las va matando poco a poco. Hay compañeras que nos comentan que no les importa quedarse sin mamas, pero necesitan sacar ese veneno. Por otro lado, hay compañeres de adolescencias trans que no pueden acceder al derecho básico que son las cirugías por orientación sexual como implantes mamarios, que son el primer cambio que realizan las mujeres trans, y a los hombres trans, la vasectomía”, concluyó.

Redacción/ALG