Detuvieron a cinco adolescentes por delinquir; uno tiene solo 12 años

Entre la noche del domingo y la madrugada del lunes la Policía detuvo a cinco adolescentes por haber robado, tener intenciones de hacerlo o bien circular con bienes de dudosa procedencia, entre ellas una réplica de un arma. Uno de los chicos, de apenas 12 años, cargaba un estéreo de auto y varias herramientas ajenas. Todos fueron a parar a la Comisaría de Atención a la Niñez, Adolescencia y Familia (Canaf) de la capital y luego entregados a sus tutores.

El primer hecho ocurrió antenoche a la altura de la manzana A del barrio Las Cazorlas, en inmediaciones del barrio Santa Rita de la capital. Efectivos del Comando Radioeléctrico acudieron tras el llamado de una vecina que dijo haber sido víctima de un robo.

Los sospechosos, que eran dos chicos, dijo, la increparon, agredieron y huyeron con su teléfono y otras pertenencias. Tras un recorrido por la zona, los efectivos apresaron a los autores, dos adolescentes de 14 y 16 años.

Más tarde, cerca de la 1:20 de la madrugada de este lunes, otros motoristas que patrullaban la zona céntrica divisaron a dos personas encapuchadas y con una actitud algo esquiva, por lo que decidieron identificarlos y palparlos, en calle Bolívar, entre Rivadavia y Colón.

En la revisación, a uno de ellos, que tiene solo 15 años, le hallaron una réplica de una pistola 9 milímetros marca Fox, calibre 4 milímetros y con un cartucho de gas comprimido, que guardaba en la cintura, sin balines. Al otro, que resultó tener 17 años, le secuestraron un destornillador naranja tipo paleta.

El primero es vecino del barrio 20 Viviendas y el otro de la Licitación 6 de la ciudad de La Punta.

Ya por la mañana de este lunes, en inmediaciones de calles Tacuarí y pasaje Villa Salle, en el extremo oeste de la ciudad, un policía de recorrido vio a dos chicos transportando bultos negros en las manos, por lo que frenó para identificarlos. Ambos trataron de huir: uno lo logró, pero el otro, de apenas 12 años, no.

En una de las veredas de Tacuarí quedaron tiradas dos mochilas negras: una con un estéreo de auto sin marca visible y la otra con varias herramientas. El niño, que vive a menos de 200 metros de donde fue apresado, también terminó en la Canaf, a la espera de que un tutor lo retirara.