Recolectan colillas para evitar la contaminación

Para prevenir la contaminación que generan las colillas de los cigarrillos, organizaciones y estudiantes colocan cestos en espacios verdes y distintos eventos para que los vecinos puedan depositarlas allí y evitar que ensucien las plazas y las calles. Próximamente recorrerán la ciudad para instalar nuevos puntos.

Analía Mei, una de las impulsoras de la iniciativa y quien está al frente del emprendimiento Biocomunicación, comentó que con su equipo colaboran con la fundación Vestime de Verde, que está a cargo del reciclado de estos desechos.

“Como ellos por el momento no tienen sede en Villa Mercedes y están en San Luis, cooperamos. Cuando fue la Feria Industrial instalamos estos colilleros y para la Ecoferia en el Paseo del Tanque de Obras Sanitarias, también”, dijo.

Además, explicó que lo hacen junto a jóvenes de distintos colegios para que promuevan el cuidado del medio ambiente y concienticen en sus casas.

“Los alumnos de sexto de las distintas divisiones del Centro Educativo N° 2 ‘Juan Esteban Pedernera’ participaron hace unos días en un concurso de la Secretaría de la Juventud provincial, en el que armaron un flyer interactivo que tiene un collage, una infografía y datos sobre las consecuencias que tiene su consumo”, detalló.

Eventualmente, también salen a recorrer las calles para recoger los restos de cigarrillo en botellas que luego envían a la fundación, que se encarga de acopiarlos y transportarlos a Mendoza a una industria que les da un nuevo uso libre de contaminación, creando ladrillos y plástico biodegradable, entre otros elementos.

“La idea es que más adelante, cuando estemos finalizando el año, implementemos un proyecto para colocar estos contenedores en las plazas y distintos puntos donde generalmente se consumen”, detalló la mujer.

Los cestos son fabricados con un caño cilíndrico de PVC con tapas, que va instalado de manera vertical en cualquier columna. Tiene una tapita de metal para que puedan apagar el producto y un orificio para introducirlo.

“Desde nuestro emprendimiento tratamos de promover en todo momento la vida sostenible, y porque hay muy poca información y difusión de lo que es el contacto de los químicos con el suelo. Pero no solo eso, sino también lo tóxico que es para el planeta. A partir de ahí, empezamos a difundirlo y lo estamos replicando con diferentes docentes de instituciones de la ciudad”, indicó.

Una de las principales consecuencias de que los desechos estén en veredas y calles es que llegan a las alcantarillas y luego, a los flujos de agua como ríos y mares, desprendiendo miles de sustancias tóxicas.