Volvieron a negarle la libertad a una acusada por robo y homicidio

Verónica Agüero volvió a pedir salir de la cárcel y un juez le dijo otra vez que no. La mujer es una de las cuatro personas imputadas por la salvaje golpiza a Claudio Leyes, a quien atacaron en una estación de servicio de Juana Koslay en 2022 para robarle. Al comienzo del proceso judicial fue beneficiada con prisión domiciliaria porque tenía hijos pequeños a cargo, pero informes dieron cuenta de que nunca cumplió y hasta incluso la involucraron en otros hechos delictivos. El martes, su defensa solicitó que la excarcelaran pero la Fiscalía se opuso por creer que aún hay riesgos de que influya en los testigos que asistirán al juicio.

La noche del sábado 16 de abril del año pasado, la víctima participó de un asado familiar hasta que un conocido lo llamó para concretar un encuentro en el playón de una estación de servicio en el ingreso a Juana Koslay. Una hora más tarde, esa misma persona llevó a Claudio inconsciente a la casa de sus familiares y contó que Bernabé Chávez, un conocido en común, lo había golpeado.

Cuando recuperó la lucidez, Leyes dijo que ladrones le habían robado su celular y la billetera. El domingo, tras descomponerse, los médicos del Hospital Central “Ramón Carrillo” descubrieron que tenía fractura de cráneo y de mandíbula, un edema cerebral y muchos coágulos de sangre en la cabeza por los que debió ser intervenido. A eso se le sumó una neumonía y un cuadro de meningitis.

Chávez y su entonces pareja, Verónica Agüero, Aníbal Galeano y Yamila Barroso fueron apresados la tarde del jueves 28 de abril, salvo el primero, quien ya estaba detenido desde hacía unos días en una celda de la Comisaría 4ª por violencia de género.

En ese entonces, la víctima seguía grave y la figura por la que imputaron al grupo fue la de "Robo doblemente calificado". El 6 de mayo de ese año, el juez de Garantías 3, Marcos Flores Leyes, procesó a los cuatro. A los hombres los envió al Penal, pero con las mujeres fue benevolente y les otorgó el beneficio de la domiciliaria, algo que no les duró.

El viernes 17 de junio de 2022, Barroso fue vista junto a un hombre de apellido Rodríguez tras arrebatarle el teléfono a un joven que esperaba el colectivo en calles La Merced y Rawson, en la zona oeste. En el caso de Agüero, mencionó el fiscal Esteban Roche en su momento, “teníamos un documento del Instituto de Reinserción Social con un informe del personal policial, que se constituyó en los domicilios de cada una de ellas y, al no encontrarlas, entendimos que habían violado las pautas que el juez había fijado”.

La fe no alcanzó

La esperanza de que Claudio se recuperara algún día se cortó exactamente nueve meses después de ser atacado, en enero de este año, cuando murió en la casa de su madre, postrado y sin poder hablar. Para entonces, la acusación de la causa ya estaba cerrada, por lo que el fiscal Roche debió solicitar una prórroga de clausura al Colegio de Jueces para poder investigar sobre los motivos de la muerte del hombre, algo que llevó a mutar la calificación a una más grave: "Homicidio en ocasión de robo", que prevé una pena de hasta 25 años.

Eso ocurrió en marzo pasado, época en la que a Agüero ya le habían negado la libertad dos veces. Anteayer, en una audiencia de revisión de la prisión preventiva, la defensora oficial Ximena Bértoli argumentó que todos los plazos procesales están vencidos y solicitó nuevamente la excarcelación de su defendida o, en todo caso, que le otorguen nuevamente domiciliaria.

“Nos opusimos y recordamos que en el transcurso de la causa tanto Agüero como Barroso incumplieron ese beneficio, que un juez lo revocó y que el fallo fue confirmado por el Tribunal de Impugnaciones. Entendemos que existe un riesgo procesal en la causa para los testigos que van a tener que declarar en el marco del juicio”, le comentó Roche a El Diario.

El funcionario judicial también informó que la investigación ya fue cerrada nuevamente y que en breve saldrá el nuevo requerimiento de elevación a juicio.