Pasión y homenaje: Osvaldo fabrica aviones con materiales reciclados

Con papeles de revistas,  cajas de té o distintos materiales, Osvaldo Quiroga pasa sus tardes armando aviones a pequeña escala. En homenaje a los veteranos de la Guerra de Malvinas, crea réplicas de las aeronaves que volaron en ese momento y desde hace varios años recorre festivales exhibiendo sus obras artesanales.

Desde pequeño Quiroga tuvo una conexión especial con esos avioncitos que armaba en los recreos de la escuela; sabía que los iba a ir perfeccionando y que no era algo pasajero. En su habitación siempre hubo papeles, telgopor, palitos de madera, entre otras cosas que luego iba a utilizar para sus manualidades.

“Desde que tengo uso de razón que los hago, puedo decir que es un 95% de pasión y un 5% de paciencia, y siempre me interesó utilizar material que pueda reciclarse, por eso también uso pedazos de madera y de chapa. La familia siempre que tiene algo que pueda servirme lo guarda”, contó con emoción y un brillo especial en sus ojos.

En sus comienzos los hacía por hobby, pero con el correr de los años y con impulso de su pareja, decidió empezar a comercializarlos en cada evento que organiza el Aeroclub local, pero también en ferias de otras provincias.

Entre algunos de los modelos que fabrica están el A4, el Pampa y el Pucará. “Tengo un amigo y conocidos que estuvieron en Malvinas, y en el stand siempre que la gente pasa yo les cuento lo que sucedió y se prenden a escuchar. Esto también es un homenaje para ellos”, sostuvo el hombre de 57 años.

Como un ritual, cuando termina sus trabajos como herrero, después de las 19 y con mates de por medio, en la mesa del comedor de su casa empieza a medir y a cortar el papel y el cartón, para después pegarlos e ir poniéndolos en una caja. Al día siguiente, cuando ya están secos, los pinta con ayuda de su mujer y a veces de cinco de sus hijos y sus trece nietos. Luego, los almacena en una habitación de su hogar destinada exclusivamente para depositar los aviones.

“La primera vez que salí lo hice con un poco de miedo, pero me sorprendí porque los vendí a todos, y al día siguiente también. Llegué a producir 500 por semana y hace unos días estuvimos en Catamarca, Salta y Tucumán, y nos estamos preparando para ir a Villa María y Paraná”, comentó.

En cada salida, lleva folletos de Villa Mercedes y con mucho orgullo la bandera de San Luis. “Llevamos nuestra cultura por el país al igual que otros artesanos. Vamos a todos lados, lo hacemos con mucho sacrificio y no importa si no obtengo ganancia, el mejor regalo es que a la gente le guste lo que hago. Hasta nos han comprado uno para llevarlo a Australia, así que andan por todo el mundo”, aseguró con alegría.

Quiroga manifestó que le queda un objetivo por cumplir, y es el de enseñar su pasatiempo a chicos y chicas de todas las edades a los que les interese aprender sobre manualidades.

“También pueden hacer autos, camiones, motos o lo que deseen. En un momento también hice trencitos y hasta barcos. Me gustaría para sacarlos un poco de las pantallas y que puedan apreciar otras cosas y despejarse”, agregó.