Cárcel para 4 mendocinos que viajaron a San Luis para un asalto

El fiscal que los investiga tiene la seguridad de que cometieron el asalto junto a otro hombre que está prófugo, pero también sospecha que hubo más partícipes, quizá hasta entregadores, y pidió preservar la investigación encarcelando a los cuatro detenidos hasta el momento. Se trata de tres mujeres y un joven, todos oriundos de Mendoza, que el sábado amenazaron con un cuchillo y una escopeta y maniataron a un comerciante en un corralón sobre la autopista 25 de Mayo. El grupo fue apresado mientras intentaban dejar San Luis hacia San Juan. Ayer, un juez los envió a la Penitenciaría con cuatro meses de prisión preventiva.

Martín Barrera Giménez y Siria Belén Farías, vecinos de la localidad mendocina de Las Heras, Alejandra Bravo, con domicilio en Mendoza capital y Lola Andrea Saavedra, quien vive en San Martín, fueron detenidos el lunes en el puesto limítrofe La Tranca, cuando intentaban pasar a San Juan en un Chevrolet Onix Joy blanco que pertenece a Farías.

El miércoles fueron conducidos a una audiencia de formulación, pero todos pidieron 24 horas para designar a un abogado, que finalmente fue la defensora oficial Nadia Agúndez. Ayer volvieron a sentarse ante el juez de Garantías Marcos Flores Leyes para escuchar la acusación del fiscal de Instrucción Francisco Assat.

El funcionario explicó que el 20 de enero, a las 13:30 aproximadamente, Farías, Bravo y Saavedra llegaron al corralón que Juan Rosendo Guzmán, la víctima, tiene a la altura del kilómetro 19,5 de la autopista 25 de Mayo. Las mujeres se bajaron del Onix Joy y le pidieron al hombre un presupuesto de materiales manifestando que querían construir una pileta. El mismo día pero cerca de las 17, las tres regresaron, pero en compañía de Barrera Giménez y de Iván Pizarro, el hombre que está prófugo y vive en la Licitación 6 de la ciudad de La Punta.

“Volvieron a solicitarle otro presupuesto, pero esta vez más específico y completo. Ante ello, Guzmán las invitó a ingresar a un recinto y a sentarse para que se pusieran cómodas, pero en ese momento irrumpieron violentamente Barrera Giménez, quien portaba un cuchillo de gran tamaño, y el señor Pizarro, con un arma de fuego tipo escopeta color negra”, relató Assat. El primero le puso el cuchillo en el cuello a la víctima y el otro le ató las manos hacia atrás con un cable. Le pidieron dinero y él les entregó unos 50 mil pesos que tenían encima, pero curiosamente las mujeres se dirigieron directamente a un lavarropas tipo paleta en desuso que estaba en la parte trasera y sacaron una bolsa de nailon con 300 mil pesos de un pago que el comerciante había recibido días antes.

También le sacaron el teléfono celular y las llaves de la Fiat Toro blanca del comerciante, de donde sacaron, de debajo de un asiento, un maletín negro de tela con 1.700 dólares y otras pertenencias, y luego huyeron en el Chevrolet de Farías.

Guzmán logró desatarse momentos después y dar aviso a la Policía.

Todos presos

Con el correr de las horas, efectivos del Departamento de Investigaciones (DDI) lograron individualizar a Pizarro y también situar al Onix, con imágenes de seguridad y lectores de patentes, en el lugar del hecho en el horario en que se cometió. Luego, con un trabajo de campo, lo ubicaron frente a la casa de Pizarro en La Punta, donde hicieron un allanamiento y secuestraron el cuchillo usado para amenazar a Guzmán y parte de su maletín quemado.

Pero ni el dueño de casa ni los mendocinos estaban allí. No obstante, la fiscalía ya había emitido una orden de captura, que se concretó en La Tranca. “Hay un autor directo del hecho prófugo y también entendemos que hay personas partícipes del delito que se encuentran investigadas y que pueden ser detenidas a posterioridad, con una investigación que va a tener ciertas ampliaciones”, lanzó Assat para fundar su pedido de prisión preventiva por 120 días.

También mencionó la violencia del hecho, el peligro de entorpecimiento de la investigación y el peligro de fuga de los mendocinos por su falta de arraigo en San Luis y por la presunción de que cuentan con antecedentes en su provincia.

Ni Barrera Giménez ni sus cómplices quisieron declarar cuando el juez se los ofreció y, cuando Agúndez le pidió al magistrado considerar que las mujeres tienen hijos a cargo por los que tienen que velar, dos de ellas comenzaron a llorar. Pero Flores Leyes no se conmovió y se inclinó por el pedido de Assat de encarcelarlos a todos.