Tras atropellar a la mujer, el conductor ebrio bajó del auto y escapó a pie

La mañana de este lunes, Diego Cruceño, detenido por atropellar y matar con su auto a una motociclista de Quines, fue retirado de la comisaría en la que está detenido desde el sábado y llevado a los tribunales de San Luis. En la audiencia judicial, en la que formalmente lo imputaron por el accidente fatal, los fiscales dieron a conocer algunos detalles sobre lo que pasó tras el choque, que lo complicarían. Relataron que, luego de llevar por delante a la mujer, se bajó de su auto y, lejos de auxiliar a la víctima que había salido despedida más de 20 metros, escapó a pie del lugar.

Los fiscales Esteban Roche y Roxana Alcaraz le formularon cargos por los delitos de "Homicidio culposo agravado por la conducción de un vehículo con exceso de alcohol en sangre y fuga" y "Resistencia a la autoridad en accidente de tránsito". Hacia el final de la audiencia solicitaron, en vista a la gravedad de los delitos de los que está acusado, que sea encarcelado preventivamente por cuatro meses.

Pero debido a que, en medio de la audiencia, Martín Di Franco y Héctor Andino, los abogados del conductor, pidieron ocho días de prórroga del arresto para estudiar en profundidad el caso, la jueza Agustina Dopazo Samper definirá el martes de la semana próxima si hará o no lugar a la prisión preventiva por 120 días.

En la reconstrucción de la mañana del siniestro que hicieron los fiscales, repasaron que, antes del choque mortal, Cruceño había pasado por un control vehicular montado en el kilómetro 266 de la Ruta Nacional 20, frente al paraje El Zapallar. Eran las 5:50.

El hombre iba en un Volkswagen Senda azul y no estaba solo, lo acompañaba otra persona. El personal a cargo del operativo le dijo que le harían la prueba de alcoholemia. "Se mostró reticente, aunque finalmente se la hicieron y arrojó que tenía 1,11 gramos de alcohol en sangre", precisó uno de los letrados.

Al ver que el alcotest había resultado positivo, porque reveló que conducía ebrio, le informaron que le secuestrarían el vehículo. Al oír eso, el ahora imputado reaccionó cometiendo otro delito. Aceleró y escapó a toda velocidad y con gritos hacia el personal que reliazaba el control, indicó la Fiscalía.

Minutos después, en una calle del barrio Balde Este, embestió a Díaz, de 52 años, quien circulaba en una Motomel 110. La mujer iba de norte a sur y el Senda de Cruceño en el sentido contrario.

Los fiscales indicaron que los testigos del siniestro contaron que el automovilista "abandonó el rodado en el lugar y dejó a la víctima tendida inconsciente en el suelo".

Cuando el personal médico arribó en una ambulancia la trasladó, de inmediato, al hospital de Quines. Allí la doctora Miriam Pérez constató que Díaz sufrió traumatismos en todo el cuerpo y tenía pérdida de conocimiento. La llevaron al Hospital Central Ramón Carrillo de San Luis, donde murió cerca de las 14 de ese día.