El poggismo usó todo su aparato para defenestrar a una trabajadora

Camila Dautorio, una empleada recientemente echada del Hospital Central "Dr. Ramón Carrillo", le hizo un reclamo al gobernador Claudio Poggi mientras él hablaba con los medios a instancias de una actividad conmemorativa por el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Eso le valió un fuerte hostigamiento por parte del poggismo, que usó todo su aparato comunicacional para defenestrarla. La repudiable actitud llegó a límites impensados, como el maltrato explícito como mujer y el cuestionamiento a su salud mental.

"La verdad lamento que a partir de un pedido público hacia el gobernador, haya comenzado una campaña de difamación de mi imagen. Me parece totalmente grave, pero es lo que están demostrando", expresó Dautorio en diálogo con FM Lafinur.

La primera operación del gobierno para atacarla fue la publicación de un informe firmado por la Jefa de Facturación del "Ramón Carrillo", Claudia Matera. El tendencioso escrito la hostiga constantemente.

Aseguraron que identificaron múltiples inconvenientes en el Área de Facturación de Prestaciones Médicas, dijeron que la rotaron a otros puestos de trabajo y que los problemas persistieron. Hablaron de ausencias en su lugar de trabajo, permanencia en áreas como el buffet, recorridos constantes por los pasillos, reportes de producción que mostraban que alcanzaba menos del 10% del rendimiento promedio del resto del equipo. Indicaron que se mostraba resistente a recibir indicaciones y que usaba plataformas como Netflix. Todo sin pruebas y sin pudor. Una actitud absolutamente impúdica.

También remarcaron que ingresó como monotributista en julio del 2022, que fue contratada en julio del 2023 y desvinculada el viernes 29 de noviembre.

"Desde que comenzó esta nueva gestión, lo único que he vivido dentro del hospital es hostigamiento, persecución y violencia ante mi persona. Fue un despido totalmente violento, donde me encerraron en una oficina la jefa de Recursos Humanos, con esta señora que firma esta difamación, Claudia Matera, con un escribano y después me escoltaron dos personas de seguridad en conjunto con Matera. De una forma muy violenta me expulsaron del Hospital", lamentó Dautorio.

Y justamente entre las publicaciones para defenestrarla, El Chorrillero sacó una nota con un video que muestra imágenes de las cámaras de seguridad del Hospital Central, donde se ve cómo se retiraba Dautorio del establecimiento, con el espurio propósito de mostrar que "nunca fue sometida a hostigamiento o violencia", cuando en la imagen se ve que sale custodiada.

"Dos mujeres del servicio de seguridad se mantuvieron a distancia y en ningún momento se acercan o interactúan con la empleada", escribió El Chorrillero. Como si no fuese un hecho violento en sí mismo ser despedido y "acompañado" por personal de seguridad para salir del nosocomio.

"Primero me llaman a la oficina para hablar con Claudia Matera. Ella me dice que no sabía porqué me habían llamado, que consultara con el director administrativo. Me acerqué a la oficina del director administrativo y me dice que no tenía nada que hablar conmigo, que lo hablara con mi jefa directa que era Matera. Vuelvo a hablar con ella, le expongo lo que me dice el director administrativo y me dice que no sabía nada, que la acompañara al segundo piso donde están las oficinas del directorio. Y es allí donde directamente me hacen ingresar a una oficina con un escribano y la encargada de Recursos Humanos. Me entregan la notificación y le consulto las causas del despido tanto a Matera como a Matilde Baigorria (responsable de Recursos Humanos) y las dos me dicen que no sabían nada, que no tenían ni idea", detalló Dautorio.

Otro de los ataques que recibió con el aparato de medios del poggismo fue por parte del sitio El Puntano, donde la apuntaron por "vaga" y la maltrataron como mujer, descalificándola como "la amante del intendente de El Trapiche". Incluso publicaron una foto de las redes de Dautorio, donde se la ve en una pileta con el epígrafe "la amante del intendente de El Trapiche y militante del PJ que mandó Rodríguez Saá a escrachar a Poggi". La expresión más baja y burda del amarillismo.

"La jefa de facturación me ha hostigado y violentado durante todo el año pidiendo informes reiterativos de mi trabajo, cambiándome de sectores constantemente, cambiándome de tareas, como que nunca me dejaba llegar a cumplir con las tareas por completo porque se le ocurría cambiarme de sector de una forma muy violenta y ha tenido comentarios conmigo directamente de forma violenta", aseveró Dautorio.

"Me dio pánico leer el informe porque es un conjunto de mentiras, de difamación, me falta el respeto como persona. Hasta se metió con mi salud mental, es una locura. Hizo alusión a que veía videos por Netflix, en el Hospital no hay señal, la única comunicación que tenemos entre los empleados es vía WhatsApp y las computadoras del Hospital tienen esas plataformas de entretenimiento bloqueadas", agregó.

La mujer comentó que antes del descargo con Poggi, había tomado las vías correspondientes de reclamo, llegando a hablar con el secretario de Ética Pública y Control de Gestión, Ricardo Bazla, y el ministro de Gobierno, Facundo Endeiza. Ambos le dijeron que no podían hacer nada.

"El informe dice que no cumplía con el 10% de mi trabajo, quiero dejar en claro que en la oficina de Facturación la única persona que estaba al día era yo, mis otros compañeros van con 2 meses de retraso en facturación. Yo era una persona sola para el trabajo que hacía, me hacía cargo de las obras sociales, las obras con convenio, sin convenio, Dosep, gobierno, etcétera. Cuando en la oficina de Facturación los trabajos están repartidos en equipos de dos o tres personas", subrayó.

"Yo hacía un trabajo que requería que fuera y viniera de la Guardia todo el tiempo, que queda a tres cuadras de Facturación, a dos cuadras de la oficina de Farmacia. Iba y venía todo el tiempo porque mi trabajo era que los profesionales de la Guardia se encargaran de cumplir con sus tareas administrativas. Dicen que iba al Buffet, si me despiden por ir a comprar un café tienen que despedir a todo el personal", concluyó.

Redacción.