Incertidumbre por finalización de obras en el barrio República

El proyecto para urbanizar el barrio República se encuentra paralizado desde la asunción del presidente Javier Milei. El gobierno libertario aún no define las autoridades que se harán cargo del organismo que otorgaba los fondos para la realización de las obras a través de un fideicomiso. Según describió la arquitecta, Fernanda Bomfim, quien fuera jefa de Subprograma de Urbanización del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, si bien hubo avances en las intervenciones externas como asfalto, veredas y servicios esenciales, aún faltan los nexos de infraestructura con las viviendas de los vecinos.

“Hay cuestiones que prácticamente están terminadas, referidas a agua, cloaca, electricidad. Se retiraron los cables y los transformadores para que en el momento en el que se reactive la obra se pueda utilizar, pero prácticamente eso está terminado”, comentó la arquitecta, quien fue una de las coordinadoras del proyecto junto a los propios vecinos de la barriada.

“El Salón de Usos Múltiples está realizado en un 90%, el asfalto está en un 100%, las veredas prácticamente también. Lo que falta es la conexión del barrio con lo que se llama nexos de la infraestructura: la conexión con las cloacas, con el agua, con la electricidad. El 9 de diciembre fue esa la situación”, continuó.

A partir del 10 de diciembre comenzó la incertidumbre, primero por la continuidad del representante a nivel provincial de la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU), Nicolás Di Genaro. Este era el organismo del gobierno nacional que financiaba la obra. “Hasta hace una semana no habían designado a una persona formalmente a cargo de la ahora subsecretaría a nivel nacional y, por ende, autoridad del fideicomiso tampoco había, y menos la posibilidad de seguir garantizando los pagos según el avance de certificación de la empresa constructora”, detalló. 

“Es un barrio donde es complejo trabajar, porque se necesita mucha presencia, mucho compromiso, así que estaba todo medio frenado. Sumado al nivel de complejidad que implica la falta de alimentos a los comedores y los espacios comunitarios que en el barrio cumplen un rol que es fundamental”, precisó.

Bomfim formó parte de un documental (que se puede ver en YouTube como El República Documental, 2023) en el que describen que el barrio se inició como asentamiento entre 2014 y 2015. Con 85 manzanas, en el sector oeste de la ciudad, en proximidades del barrio 1º de Mayo, se calcula que se establecieron más de 1.300 lotes, en el que viven más de 5 mil personas. El último relevamiento realizado en octubre del año pasado arrojó que había 1.900 familias.

“Lo que intentamos hacer con el documental fue mostrar la gestión participativa y democrática en los procesos de mejoramiento del hábitat y poner las voces de todos los protagonistas porque ni los técnicos tuvimos el protagonismo ni las organizaciones sociales, fue una mesa de trabajo en donde participamos todos y con voto para construir de la mejor manera la transformación barrial”, amplió.

La historia del República

Bomfim recordó la historia del República. Surgido a mediados de la década pasada en un contexto de crisis económica, la arquitecta aseguró que se trata del barrio popular más grande de la provincia.

“Es súper organizado, súper ordenado, los vecinos tenían la intención de que se volviera un barrio formal desde el inicio”, apuntó. Distintos estudios arrojaron las condiciones de vida de las familias y su procedencia. Algunas venían de otros barrios por conflictos en los lugares donde vivían, otras no podían pagar más el alquiler y algunas se encontraban en una situación de hacinamiento estructural. También hay mujeres que huyeron de situaciones de violencia de género. La arquitecta especificó que el espacio nació de la pura necesidad de una vivienda digna para las familias.

En 2016, se realizó un relevamiento nacional de barrios populares, para determinar las poblaciones que cumplían con determinadas condiciones como lo son la tenencia insegura de la tierra y la falta de servicios básicos. El República ahí fue incorporado en un registro nacional. En 2018, se creó la ley de barrios populares, que estableció la conformación de un fideicomiso que generaba recursos para el trabajo en las vecindades y que vino de la mano de la creación de la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU).

Este y otros fideicomisos fueron puestos en discusión por el gobierno nacional y adelantaron que serían eliminados (Ver Milei contra…). “Los fondos específicos que están en discusión no dependen únicamente del presupuesto nacional, la discusión hoy es para deslegitimar y para que puedan desarmar el fideicomiso a partir de la implementación de un decreto de necesidad y urgencia”, criticó.

En 2021, se armó una mesa de trabajo con gran participación de vecinos del propio barrio, para delinear el proyecto. El 20 de mayo de 2022, se inició oficialmente el trabajo de urbanización. Con fondos nacionales estimados en más de 3 mil millones de pesos, tenía fecha de finalización de obra dos años más tarde, es decir, en mayo de este año.

“La obra incluye infraestructura básica, es decir, provisión de agua, de electricidad, de cloacas y todo lo que permite que la gente se mueva en condiciones dignas, como lo son veredas y calles. Después, el proyecto incluye un espacio comunitario de escala más urbana, con una cancha cubierta, cocina, talleres, aulas y una plaza”, resumió. Las gestiones municipales y provinciales de aquel entonces apoyaron el proyecto, que fue realizado por una empresa constructora.

Milei contra los fideicomisos

A mediados de mes, el gobierno nacional anunció que eliminará distintos fideicomisos que la gestión anterior estableció para la financiación de proyectos. En este contexto, se creó una comisión para investigar el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU). Esta es justamente la fuente de financiamiento de proyectos de urbanización, como el del barrio República.

Una nota periodística de Clarín denunció que esos fondos se utilizaron para financiar grupos piqueteros que responden a Juan Grabois. Mientras desde la Presidencia anunciaron la eliminación de varios de estos fondos fiduciarios, tildándolos de “cajas de la política”.

El FISU recibe parte de lo recaudado por el impuesto PAIS, el gravamen a las grandes fortunas y aportes del Tesoro. La exsecretaria de Integración Socio Urbana (SISU), Fernanda Miño, defendió su gestión y aseguró que “no hubo choreo”.

Redacción/MGE