Luis Sáez presenta su escultura "Niños de Gaza"
El escultor siguió las indicaciones de un cliente y creó una obra que representa el dolor en el otro lado del mundo.
Inspirado en el "Guernica" de Pablo Picasso y "La Civilización Occidental y Cristiana", de León Ferrari —dos obras emblemáticas del arte mundial—, Luis Sáez creó "Niños de Gaza", una escultura que busca comunicar el dolor que causan los sucesos bélicos que ocurren en Israel.
La obra del artista merlino fue concebida debido al encargue de un coleccionista, quien pertenece a la comunidad siriolibanesa y vive con mucha angustia desde la lejanía el genocidio que sucede al otro lado del mundo.
Para la escultura, Sáez utilizó como inspiración las obras de Picasso y Ferrari, y, a su vez, le dio su toque personal.
El artista tomó como referencia distintos momentos que se pueden observar en las dos obras clásicas. "Me apropié de las obras, de su estructura y composición, y desarrollé mi escultura con mi impronta, otorgándole 3D, que es donde me muevo, para lograr una rápida empatía con el espectador,", explicó Luis.
En el "Guernica", en la parte superior, hay una luminaria que representa el avance tecnológico y por la derecha del cuadro asoma una mujer con un farol de kerosene, simbolizando la desigualdad de fuerzas para defenderse del ataque aéreo. "Esa imagen la representé y la conjugué con otra obra clásica, que es la de Ferrari. Reemplacé el famoso avión caza que se ve en la obra original con Jesús crucificado por la estrella que se encuentra en la bandera de Israel", explicó el autor.
Sáez reemplazó las mujeres y hombres que salen en la obra de Picasso por niños; el caballo, por un caballito de madera, y el toro por una gacela de las montañas, animal emblemático de Israel.
Luis trabajó con la técnica de metal golpeado. Utilizó una chapa de hierro de calibre 18 que la modeló mediante golpes de martillo. "Hay mucha soldadura, mucho trabajo con amoladora, discos de desbaste, pulido y utilicé algunos ácidos para darle tonos cobrizos para luego recubrirla con una laca que la protege", agregó.
Luis se mudó al Valle de Conlara hace 22 años. Llegó primero a Carpintería y hace una década que se mudó a Cortaderas, donde tiene su hogar, el taller y una sala de exhibiciones.
"No suelo tomar encargues, pero en este caso, como me atravesaba el tema, lo tomé. Generalmente, trabajo sobre las emociones, sobre lo que nos pasa cotidianamente. Me gusta mucho la relación con el otro y crear desde allí. Es uno de los temas más recurrentes", expresó.
La escultura le llevó un mes de trabajo. Aunque el tema es muy fuerte y doloroso, a Luis le gustó realizarla porque "el arte no siempre tiene que tratar de cosas bellas ni mucho menos ser siempre terapéutico".
"Las angustias son parte de lo que tenemos que convivir. Cuando comencé a darle forma al trabajo se me puso la piel de gallina y al verlo terminado, sentí que llegaba otra etapa que fue el modo de comunicarlo y darlo a conocer", concluyó el escultor.
Redacción/MGE
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