En Justo Daract engordan novillos pesados para exportar

Desde muy chico montó caballos para arriar animales y recorrer el campo, pero cuando llegó la adolescencia Alejandro Casale optó por estudiar traductorado de inglés. En 2007 fue convocado por su padre para que lo ayude en algunas tareas habituales de la actividad rural y fue allí donde le tomó el gusto y se involucró de lleno. Hoy tiene a cargo la gestión total del establecimiento en el que trabaja la producción mixta.

El productor ganadero recibió al suplemento El Campo con el buen ánimo que dejan las lluvias. Los 10 milímetros que habían caído la noche anterior en Justo Daract se sumaron a los oportunos y necesarios niveles que se registraron durante enero y febrero, y que permitieron a los lotes de soja y maíz lucir impecables y prometedores.

Específicamente el campo está ubicado a unos pocos kilómetros al este de la capital provincial del tango, donde una parte está dedicada a cosecha de soja y maíz y la otra mitad a la ganadería: “Compramos el ternero, hacemos recría y engorde para exportación al mercado europeo”, dijo brevemente y explicó que recría a campo un año y pico y luego los mete al feedlot con 350 o 400 kilos.

Todos los engranajes del establecimiento funcionan aceitadamente, aun con los problemas que surgen tranqueras afuera y en un contexto ajeno a su manejo: “En la ganadería está brava la reposición, porque al vender una jaula de novillos alcanza justo para comprar una jaula de terneros. Y después tenés que poner el maíz, el balanceado, las vacunaciones, pagar sueldos y vivir”, indica.

El campo tiene 200 hectáreas de llorones, donde se recría la ternerada. Además, hace sorgos forrajeros para pasto, y los destina a la hacienda que está un poquito más grande. En el invierno cultiva avena y centeno, también reserva sorgos para consumo diferido que les sobraron del verano. Pero cuando escasea el pasto, los animales van a los chalares de maíz que se cosecharon.

“El angus negro es el que siempre compro. Cuando lo veo lindo va al feedlot porque sé que va a convertirse en menor tiempo. Adquiero tropas de la provincia, de Buenos Aires,  de Córdoba y La Pampa. Ahora estoy buscando un poco más cerca porque el costo del flete se fue a las nubes”, agregó Alejandro.

Hay animales que comen hasta 17 kilos por día, indicó y aseguró que les da a discreción todo el día maíz mezclado con el 10% de balanceado. Afirmó que hasta el año pasado también les daban picado de maíz, pero dejaron de hacerlo porque tuvieron algunos problemas de acidosis y se puso carísimo: “Me cuesta una jaula de novillos hacer picado de 40 hectáreas, más el gasoil para el contratista”, dijo, y sumó otro costo más, el del balanceado, que compra a 9 mil pesos la bolsa de 25 kilos. “Es otro presupuesto aparte porque consume unas 300 bolsas por mes y sin financiación”.

Además, recordó que cuando arrancó con el feedlot usaba mixer con picado y maíz, un sistema que utilizó durante cuatro años, pero que debió cambiar por los silos de autoconsumo debido a la falta de personal: “Me cansé, porque me clavaba todos los fines de semana en el campo. No tenía vida. Entonces aparecieron los silos estos, que llenamos una vez por semana”.

El campo de Casale tiene 1.100 hectáreas, con cien de monte que no usa porque está cargado de palque, pero lo mantiene como pulmón verde hasta incorporar las vacas de cría que acaba de adquirir y que aprovechan mejor el pasto natural.

Los primeros años proveían los novillos al consumo de Mendoza y San Juan, pero desde el año pasado los venden para exportación, ya que logran mejores precios y por una cuestión de logística, ya que el frigorífico está en Villa Mercedes, a poco menos de 40 kilómetros.

Por otra parte, Casale explicó que en algunos aspectos sintió el peso del Estado, como en la anterior gestión de Claudio Poggi que se estableció un impuesto a los pozos de agua. “Tenía un molino para dar agua a los animales y caía San Luis Agua a cobrar un arancel; una medida netamente recaudatoria, apilando impuesto a los impuestos que ya hay; esperamos que esto no siga rigiendo, al igual que Ingresos Brutos”.

También recordó que cuando ocupó la presidencia de la Confederación Rural de San Luis impulsaron, sin suerte, modificaciones al plan ganadero provincial: “Hace falta para estimular la retención de vientres, volver a invertir en el campo para tener un ternero, que en vez de venderlo con 140 kilos, pueda comercializarse con 200 para que el que cría tenga un número más”.

El productor opinó que el Departamento Pedernera tiene condiciones para volver a hacer recría y engorde, y dejar la actividad que hoy predomina, como es la agricultura comercial en campos alquilados. “Aun en escasas condiciones, aguantamos años que no dan y lo hacemos de la misma manera con la hacienda, porque no genera ganancias, y consideramos que en algún momento tiene que despegar. A un novillo de 500 kilos le estamos agregando un valor impresionante. Va a un frigorífico que da trabajo, va a la carnicería, y entonces, hay departamentos en San Luis en los que se puede agregar valor, aunque hace falta traer mano de obra”, aseguró.

El tema del empleo desvela al joven ganadero, que trabaja con un solo empleado, pero necesita tres más. “Les traigo la comida, tienen luz, gas, televisión e internet, pero aún así me cuesta conseguir gente responsable; muchos prefieren seguir con planes sociales”.

También disparó fuertes críticas por la inseguridad en la zona, ya que hubo robos muy violentos. Aseguró que la delincuencia va en aumento debido a la falta de medios para que la policía trabaje y marcó un deteriorado accionar de la Justicia, que libera rápidamente a los ladrones, “incluso a los que son reincidentes o registran dudosos antecedentes”, opinó.

Casale se muestra entusiasmado con el pronto despertar ganadero en la provincia, principalmente en el Departamento Pedernera.

El eje de la actividad agropecuaria en San Luis es la ganadería bovina, pero también se encuentran planes para la ganadería caprina, ovina y equina.

Ganadería en crecimiento

Según las descripciones oficiales, sobre el oeste provincial, en particular en el espacio semiárido, la mayor parte de los productores llevan a cabo su actividad de manera extensiva, con inadecuadas prácticas de manejo, escasas inversiones y una consecuente baja productividad. 

Un problema para las estancias es que los eslabones que generan mayor valor agregado (el engorde y el faenamiento), en muchos casos se realizan fuera de la provincia trasladando hacia afuera del territorio provincial las posibilidades de desarrollo y generación de empleo.

Como contrapartida, en Pedernera existen emprendimientos altamente integrados y tecnificados. Por ejemplo, se suma a la actividad la producción de granos para el ganado, la cría y la terminación del engorde bajo el sistema de feedlot, y el frigorífico, con destino al mercado regional y de exportación de carnes de alta calidad.

El vacuno tiene una gran importancia en la provincia y por ello se esperan grandes inversiones para mejorar su calidad y la participación en los distintos eslabones del proceso productivo.

Los departamentos con mayor plantel de ganado vacuno son Pedernera y Dupuy, concentrando más del 60% del total provincial.

Existe un fuerte incremento de la actividad en los últimos veinte años, esto se manifiesta en un aumento del stock de ganado vacuno registrado en la provincia.

Las condiciones agroecológicas, la combinación de relieve, clima y las condiciones edáficas, dan lugar a la formación de dos zonas con sistemas productivos diferenciados: la región del oeste, fundamentalmente de cría y la región del este, más húmeda, de invernada, cría y recría.

En algunas áreas con mayores precipitaciones o acceso al riego se pueden aplicar sistemas de engorde y terminación, que han posibilitado desarrollo de las cuencas lecheras. El stock ganadero bovina asciende a más de 1,5 millón de cabezas, lo que posiciona a San Luis como una de las principales provincias productoras fuera de la región pampeana, un aspecto que le suma entusiasmo a Casale.

La sequía no bajó el stock

El stock bovino en la provincia se mantuvo estable durante 2023, y según datos oficiales, alcanzó en diciembre pasado 1.420.787 cabezas, 18.053 menos comparado con el mismo mes de 2021.

Con 505.874 animales, Dupuy es el departamento que más cabezas concentra en la provincia, en el último año la cantidad disminuyó solo en 1.070 bovinos.

Tres departamentos aumentaron su stock. Pueyrredón sumó 118.925 existencias ganaderas en diciembre de 2022, 2.051 más que un año atrás, mientras que Pringles, con 166.570 bovinos, creció en 9.503, y San Martín, con 64.932, sumó 905 animales.

Según las mediciones oficiales, Ayacucho tiene 73.881 cabezas (755 menos), Belgrano 51.042 (5.804 menos), Chacabuco 73.427 (8.089 menos), Pedernera 341.667 (11.178 menos), y Junín 24.466 (3.618 menos).

San Luis tiene en total 730.559 vacas, de las que 289.603 están en el Departamento Dupuy.

El número de animales de San Luis se incrementó significativamente en los últimos treinta años, pasó de 956.602 a 1.380.054 cabezas entre 1969 y 1996. Esto representa un 44% de aumento, y es un claro indicativo de la repercusión económica y social que tiene para San Luis la ganadería bovina.

Además, las óptimas condiciones agroecológicas para la producción de carne, hacen que en la provincia se concentre un número importante de hacienda, con una densidad ganadera intermedia de 0,35 cabezas por hectárea.

Las razas británicas y sus cruzas son las predominantes en la región con un mínimo porcentaje de animales cruza con razas cebuínas y continentales. Por las características de la alimentación y de los biotipos utilizados, la carne producida es de máxima calidad y constituye la base sobre la que se sustenta el consumo interno.

Dependiendo de las aptitudes de clima y suelo para la producción de pasturas de alto valor nutritivo, predominan en la provincia todas las actividades ganaderas: cría, recría, invernada/engorde/terminación y ciclo completo.