El rechazo a ser sede de los Juegos Suramericanos se cocinó en febrero

Sin ningún tipo de consulta a los sectores de la economía que se podrían haber visto beneficiados, la nueva administración del gobierno provincial ya había decido en febrero rechazar ser sede de los IV Juegos Suramericanos de la Juventud previstos para 2025.

Lo que llama la atención es que a los dos meses de haber declinado de ser anfitrión de un evento de esta magnitud, recién el lunes pasado el secretario de Deporte de la Provincia, Gabriel Rivero, informó públicamente la decisión comunicada a la Organización Deportiva Suramericana (Odesur).

Ese día, Rivero también hizo pública la determinación de no organizar el Mundial Absoluto de Pelota Vasca, que estaba programado para 2026.

El 3 mayo de 2023, tras una reunión del Comité Ejecutivo de la Odesur, San Luis había sido designada sede de los Juegos. La adjudicación fue por unanimidad.

El lanzamiento oficial contó con la participación del presidente de la entidad internacional Camilo Pérez López Moreira, del secretario general Miguel Ángel Mujica, del gobernador de San Luis Alberto Rodríguez Saá, la secretaria de Deportes Cintia Ramírez y el titular del Comité Olímpico Argentino, Mario Moccia.

Con la firma de los tres involucrados se rubricó el acta y después, cada uno de los representantes destacó la importancia de la realización, enseñanzas y beneficios que iba a dejar un evento de estas características.

Sin embargo, con el cambio de gestión el panorama se oscureció y empezó a peligrar la sede.

El gerente de Comunicación del Comité Olímpico Argentino, Eduardo Moyano, le confió El Diario de La República que en febrero, después de una serie de conversaciones que empezaron en enero, “el Gobierno de San Luis desistió de la organización sin dar a conocer los motivos”.

Inmediatamente, el COA informó de la novedad a las autoridades de la Odesur, que ahora tendrán que designar una nueva sede.

“El rechazo fue sin fundamentar motivos y la comunicación formal fue en febrero”, agregó Moyano. Sin ahondar en mayores consideraciones, porque el COA hace de nexo ante Odesur, el dirigente sostuvo que los preparativos y realización de una competencia de esta envergadura genera un gran esfuerzo, “lleva un trabajo, pero siempre dejan un importante rédito”.

Como ocurrió con el papelón que significó declinar la sede 2026 del Mundial de Pelota, con el pulgar abajo para los Juegos Suramericanos de la Juventud, el gobierno de Claudio Poggi adoptó una decisión unilateral, sin consultar a los sectores directamente involucrados y de igual modo, a aquellos que se iban a ver beneficiados con el derrame de divisas que acontecimientos de estas características generan.

En el caso de los Juegos de la Juventud, además de las diferentes delegaciones de todo el continente, iban a llegar a San Luis entrenadores, familiares y aficionados, lo que impulsaría enormes beneficios económicos en muchos rubros. Poggi lo impidió.