Desinterés oficial por defender la producción algodonera local

El gobierno de San Luis volvió a mostrar su total desinterés en la expansión y desarrollo del cultivo y de la industria algodonera en la provincia. El necesario apoyo local estuvo ausente en el pedido formal que firmaron el miércoles pasado Chaco, Santa Fe y Santiago del Estero para que se prorrogue la ley de fomento a la producción de algodón, que contempla la entrega de subsidios en forma directa, entre otros beneficios. El gobierno puntano parece desconocer que, si bien esas provincias son las mayores productoras de algodón del país, el 80% de la semilla que utilizan salen de San Luis.

Las tres provincias firmaron un documento donde solicitan al gobierno nacional y al Congreso que impulsen gestiones para prorrogar los alcances de la Ley 26.060, que establece el Plan de Desarrollo Sustentable y Fomento de la Producción Algodonera.

Las principales acciones realizadas desde que se sancionó la ley fueron otorgamiento de subsidios directos a pequeños productores, incorporación e innovación de tecnología, apoyo a la lucha contra el picudo del algodonero, seguro multiriesgo, como así también asistencia para el mejoramiento de la calidad de la fibra de algodón.

En el país, la cadena productiva se desarrolla de manera completa, desde el cultivo hasta la elaboración de productos finales, lo cual hace que su importancia se magnifique en cuanto a valor agregado interno y, muy especialmente, en la generación de mano de obra. 

"Esto hace que existan numerosos actores, representados por organismos públicos, institucionales y privados, que están activamente involucrados en esta producción, con diversos alcances, experiencias y compromisos de diverso tipo", destacaron las provincias firmantes del petitorio.

San Luis figura hace tiempo en el mapa algodonero oficial y se destaca no solo por las valiosas variedades de semillas que envía al resto de las zonas algodoneras, sino por su calidad de fibra, hoy demandada por la industria hilandera nacional.
Chaco, Santa Fe y Santiago del Estero sostienen, además, que la justificación de este pedido está fundada en los grandes logros de esta ley, que fue reunir un trabajo interinstitucional para el desarrollo del cultivo. 

El INTA generó un prototipo de cosechadora que luego se exportó a diferentes países; el Convenio de Vinculación Tecnológica entre INTA y las provincias algodoneras, donde se lograron avances significativos sobre control del picudo; convenios con el INTI, donde se analizaron calidades de fibras en las provincias, al igual que la asociación de productores algodoneros, son también parte de los beneficios alcanzados.

"Esta muestra de trabajo, además de un sinnúmero de beneficios directos e indirectos con la puesta en valor de más de 50 desmotadoras para la cadena primaria, transporte e hilanderías, dan la importancia a esta economía regional", remarcó el documento.

Con la prórroga del Fondo Algodonero se busca alcanzar una superficie de 1 millón de hectáreas, con un rendimiento de mil kilos de fibra por hectárea y alcanzar los 1.000.000.000 de dólares en 
exportaciones.

Mantener el nicho comercial

"No es lo mismo hacer un algodón chiquitito, con un largo de fibra de 25 milímetros, que de 28 para arriba; es una mercadería muy buscada, y falta, y es la que sale del eje Quines-Candelaria, con lo que tiene un nicho de mercado que hay que mantener", dijo hace poco Walter Viegener, propietario de una de las desmotadoras instaladas en el norte de San Luis.
La producción actual de algodón de la provincia se concentra en el Departamento Ayacucho, donde se cultiva bajo riego en una superficie que ronda las cinco mil hectáreas.
Dos modernas desmotadoras instaladas en Quines, superficies bajo riego en franco crecimiento y los promisorios ensayos iniciados en el Valle del Conlara y Villa Mercedes, muestran un horizonte seguro para apostar a este cultivo. En el Valle de Conlara, el algodón es una actividad incipiente y ya muestra datos promisorios.